Archivo - Vista general de la fachada principal de la Ciudad de la Justicia | ALEX ZEA/EUROPA PRESS - Archivo

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La mujer detenida este pasado jueves en Alhaurín de la Torre (Málaga) por dejar a su hijo de tres años solo en casa, ha ingresado en prisión por la comisión de un delito de atentado a agentes de la autoridad, tres delitos leves de lesiones y un delito de daños, todos ellos por unos hechos ocurridos en 2018 por los que tiene una sentencia condenatoria.

Así lo ha informado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), quien aclara que, en relación con la presunta comisión de un delito de abandono de familia, el Juzgado de Instrucción número 13 de Málaga acordó el pasado viernes, 15 de septiembre, su puesta en libertad provisional, aunque permanece como investigada.

En la noche del pasado jueves, 14 de septiembre, los vecinos alertaron a la Guardia Civil de que un menor de tres años se encontraba solo en su domicilio y, asomado a la ventana, llamaba a gritos a su madre. Los agentes se personaron en el lugar y se hicieron cargo del niño, que fue entregado en acogida temporal.

Fue en este momento, cuando la madre acudió al cuartel buscándolo, cuando fue detenida por un supuesto delito de abandono. Aunque por ese delito fue puesta en libertad, ha ingresado en prisión debido a la ejecutoria de una sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga en la que fue condenada por los delitos antes mencionados.

En cuanto a estos hechos, la sentencia dictada en noviembre de 2019, consultada por Europa Press, declara probado que, en la noche del día 20 de agosto de 2018 en Alhaurín de la Torre, agentes de la autoridad solicitaron a la mujer su identificación por su presunta implicación en una reyerta, mostrando esta un documento de otra persona, por lo que fue conducida a dependencias policiales.

Una vez allí comprobaron que a la acusada el constaba una orden de búsqueda y detención, por lo que procedieron a su arresto. En este momento, modificó su conducta, mostrándose «muy agresiva, fuera de sí», comenzando a escupir a los agentes, a increparlos con frases como «Hijos de puta, maricones, que estáis aquí por 1.500 euros, estáis todos muertos, me voy a encargar de que acaben con vosotros», propinando diversas patadas, puñetazos y golpes a agentes de la autoridad de la Guardia Civil y la Policía Local, causándoles lesiones de diversa consideración.

La acusada fue entonces introducida en un vehículo policial, dando patadas a las ventanillas y causando desperfectos que han sido presupuestados en 460,04 euros, según se declaró probado en la sentencia, consultada por Europa Press.

Estos hechos fueron calificados como constitutivos de un delito de atentado a agentes de la autoridad, por el que fue condenada a un año y seis meses de prisión, además de tres delitos leves de lesiones y uno leve de daños, con una pena por cada uno de ellos de dos meses de multa a razón de una cuota diaria de seis euros.

La acusada también debía indemnizar a la Dirección General de la Guardia Civil en la cantidad de 460,04 euros por los daños que ocasionó en el vehículo policial, además de al agente de la Guardia Civil en la cantidad de 270 euros y a los policías locales, con 210 euros a cada uno.

La acusada no compareció al acto del juicio oral ni aportó elementos de prueba que permitan desvirtuar la versión de los perjudicados.