El Festival Asalto recupera su feria en una edición que se mueve a La Jota | MIGUEL G. GARCÍA

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El Festival Asalto celebra su XVIII edición, que en esta ocasión tendrá lugar en el barrio de La Jota hasta el 24 de septiembre, en la que recupera su tradicional feria y contará con intervenciones a cargo de siete artistas urbanos procedentes de Francia, Grecia, Italia, Uruguay, Finlandia y Zaragoza.

El responsable y portavoz del festival, Alfredo Martínez, ha enmarcado esta nueva edición en la historia del barrio, intrínsecamente unida al polígono industrial de Cogullada o a la base militar estadounidense, que favoreció que La Jota fuera uno de los primeros lugares donde se desarrollara el fenómeno 'hip-hop'.

La consejera municipal de Cultura, Sara Fernández, ha ensalzado al Festival Asalto como «emblema» de Zaragoza que «ha traspasado fronteras» y «ha transformado la ciudad barrio a barrio», tanto físicamente como a la hora de crear cantera e introducir una forma nueva de ver el arte urbano.

Fernández ha señalado que Asalto «va creciendo año a año», incluyendo música, convivencia, proyecciones o incluso deporte con el torneo 'underground' de petanca. Por ello, ha reiterado que el Ayuntamiento «va a seguir apoyando e impulsando» el Festival Asalto y manteniendo a Zaragoza como «referente» en el arte urbano y su visión social.

En cuanto a las intervenciones artísticas, el francés Taroe, conocido por sus obras hiperrealistas, pintará en la calle María Virto, 14, mientras que el griego Stelios Pupet, con un enfoque figurativo y predilección por las formas femeninas, lo hará en la calle Santa Quiteria, 22.

El italiano Giulio Vesprini actuará en la calle María Virto, 17; la uruguaya Cecirol especializada en muralismo y producción gráfica en serigrafía y grabado lo hará en la calle Royo del Rabal, 2; y el zaragozano Miguel Hcuar, que mezcla experiencias personales de la vida cotidiana con las suyas propias de la cultura de los 90, en los que se crió, intervendrá en el Andador de J. Alustiza Aguerri.

Por su parte, el proyecto 3DFITI, que pretende llevar la impresión 3D del mundo virtual al físico, liberará objetos en la calle, lo que permitirá una especie de «búsqueda del tesoro»; mientras que la finlandesa Anetta Lujkanova, centrada en los temas naturales, pintará en la calle Once de Julio, 18-20.

Otras intervenciones

A todo ello se suman intervenciones más «efectistas», como la que protagonizará el alumnado del IES Pilar Lorengar junto a la artista Carla Nicolás con el uso de una apisonadora para estampar formatos de gran tamaño.

El colectivo Mejor Sordo desarrollará la parte auditiva del festival, sobre todo en lo referente al «sentir del barrio», ha indicado el organizador, con Asalto Sonoro, unas grabaciones de campo que pretenden reunir en una 'performance' sonora, pedagógica y didáctica el paisaje sonoro del evento.

En esta ocasión, el Espacio Asalto, epicentro del festival, se ubicará en el Parque Royo del Rabal, donde destacan la feria, en la que artistas locales, nacionales e internacionales tendrán la oportunidad de presentar sus trabajos, o la proyección de documentales, como «Las paredes hablan», de Carlos Saura; «Crossroads, el viaje personal de Boa Mistura, de Dan Barreri; y »Deserto Verde", de Lois Cid, al que seguirá una charla con el artista 3D Fiti.

Otra de las actividades más curiosas es un torneo 'underground' de petanca, que ha nacido después de que se observara que, a raíz de la pandemia, muchos jóvenes utilizaban este tradicional juego como manera para juntarse, lo que «ha generado momentos de encuentro que están favoreciendo el tejido artístico de la ciudad», ha asegurado Alfredo Martínez.

Por su parte, la consejera municipal de Políticas Sociales, Marián Orós, ha apostado por la transversalidad y ha remarcado que «la cultura y lo social tienen que ir de la mano». Tras reivindicar la cultura como herramienta de transformación social, ha indicado que Asalto fomenta la participación de personas mayores, con discapacidad o en riesgo de inclusión social.

«Asalto no sólo es una intervención cultural de primera magnitud, sino también es un trabajo comunitario en el que vamos a seguir profundizando para ver en el arte »oportunidades de futuro, de empleo o de inclusión", ha concluido Orós.