Detienen 'in fraganti' a un hombre que iba a robar en una casa de Alcorcón con el método del 'impresioning'

Los hechos se produjeron en la mañana del día 30 de octubre, cuando los agentes, que se encontraban realizando labores de prevención de la delincuencia, fueron alertados gracias a la llamada de un vecino del inmueble a la Sala CIMACC-091.

Éste comunicaba la presencia de una persona extraña en el interior de la comunidad de vecinos que estaba manipulando la cerradura de un piso. Una vez en el lugar, los policías sorprendieron al sospechoso cuando trataba de huir de la zona.

En el momento de la detención, entre sus pertenencias encontraron numerosas herramientas específicas para la manipulación de cerraduras mediante sofisticadas técnicas que sirven para entrar en los domicilios sin dejar huella.

Además, portaba otros objetos, tales como joyas, dinero en efectivo y un sobre vacío de una reconocida empresa de reparto a domicilio, con el que trataba de no llamar la atención ante los vecinos y gozar de impunidad en la realización de sus acciones delictivas.

Vigilaba los domicilios para asegurarse de que estaban vacíos

Tras realizar diversas investigaciones, los agentes lograron determinar que este varón, previamente, había tratado de averiguar de forma sigilosa qué domicilios se encontraban vacíos, comprobando que existían varias puertas de entrada dañadas.

La rápida actuación policial concluyó con la detención de este individuo, pasando a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de un delito de robo con fuerza en domicilio.

Método del impresioning

El método del impresioning o llave falsa consiste en utilizar una copia de la llave de acceso a la vivienda en el momento en el que se disponen a acceder al domicilio.

Los autores introducen una fina lámina de aluminio deformable que se moldea con pequeños movimientos para copiar las muescas del bombín, creando una copia 'in situ' con la que logran acceder al interior del domicilio.

Cabe destacar que esta modalidad delictiva se caracteriza por su silencio, ya que no precisa ningún tipo de forzamiento. De este modo, no se encuentran indicios del robo hasta el momento en el que el propietario regresa a su morada.