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El área de Vivienda del Ayuntamiento de Bilbao realizará un estudio de las necesidades que presentan las personas mayores que residen en Viviendas Municipales para adaptarlas a sus condiciones de vida y también analizará todos los espacios y locales vacíos con el objetivo de «movilizarlos» e intentar que ese patrimonio «sirva para dar un servicio a los vecinos o a quien los solicite».

La concejal de Vivienda, Yolanda Díez, ha presentado este martes en comisión en el ayuntamiento los presupuestos de su área para 2024, que ascienden a 3 millones de euros, 2,3 millones más que en el ejercicio actual, sin incluir el gasto de personal. Se trata de unas cuentas, ha asegurado, con «proyectos importantes» que «van a impactar positivamente en la ciudadanía de Bilbao».

En primer lugar, ha destacado un transferencia de capital de 3 millones de euros para la promoción de vivienda. «Es la primera vez que sucede y, a lo largo de este mandato y fruto del pacto de gobierno, serán 12 millones de euros, una cantidad importante que nos va a permitir trabajar y ofrecer a los ciudadanos de Bilbao nuevas oportunidades para acceder a vivienda pública en alquiler», ha remarcado.

En Viviendas Municipales, ha explicado, presentan un presupuesto «equilibrado en ingresos y gastos» de 21.668.000 euros para este próximo ejercicio. El 68% de los ingresos proceden de las rentas de arrendamientos de fincas y un 27% de transferencias de capital tanto del Ayuntamiento como del Gobierno vasco.

Las inversiones del área, según ha apuntado, constituyen un 40% del gasto y ascienden a 8.765.325 euros. Entre las inversiones ha destacado la continuidad del proyecto Opengela de regeneración urbana «integrando aspectos sociales, económicos y ambientales» que tendrá como banco de pruebas a Torre Urizar, con 264 viviendas distribuidas en 25 portales de los cuales Viviendas Municipales es propietaria del 68% del inmueble con 180 viviendas y nueve locales comerciales.

En estos inmuebles, ha precisado, se van a instalar ascensores y placas fotovoltaicas, se va mejorar la accesibilidad y se llevará a cabo la rehabilitación de fachadas, mejorando su envolvente térmica, además de crear pequeñas zonas verdes y actualizar infraestructuras.

Con el fin de acompañar a este proceso de rehabilitación, tanto en Torre Urizar como en Parroco Unceta en Santutxu se han instalado dos oficinas de proximidad donde se podrá tener información y ayuda para cualquier trámite y gestión asociada a este proceso. Díez ha considerado que los vecinos necesitan que «estemos cerca pues para facilitar todos los procedimientos».

Por otro lado, ha indicado que en Fika e Iturribide se han adquirido dos inmuebles que se van a rehabilitar y cuando finalicen los trabajos habrá a disposición de ciudadanos que lo necesiten 27 viviendas «totalmente reformadas y adaptadas».

Necesidades de residentes en viviendas municipales

El área que gestiona Yolanda Díez también tiene previsto realizar un estudio de necesidades, con encuestas y visitas a las personas mayores que viven en Viviendas Municipales, porque «hay personas mayores que viven solas y queremos tener conocimiento de su día a día», para «poder actuar en consecuencia y intervenir y adecuar esas viviendas a las necesidades de las personas que van cambiando».

Según ha indicado, hay personas que han vivido desde su juventud en Viviendas Sociales y que, en la actualidad, «por su edad, por su vida o por su soledad» necesitan que se adecuen sus viviendas a sus condiciones físicas y de vida, «para que su vida sea mejor». «Estamos en el inicio, tenemos todos los datos y vamos a intentar ver con qué nos encontramos, para ver dónde poder trabajar», ha añadido.

Desde su área, ha avanzado, también van a continuar con el plan de rehabilitación energética en el parque público de vivienda, y en Viviendas Municipales, según ha señalado, cuentan con «un número sustancial de elementos que se han calificado como improductivos, básicamente locales, tanto por carecer de demanda continuada de uso como en algunos supuestos por su inhabitabilidad».

En ese sentido, ha detallado que tienen un plan que pretende «calificar, adscribir un uso y proceder a su gestión en cualquier modalidad» porque «necesitamos activar muchos locales» y, por ello, se va a realizar un estudio de «alternativas de uso comercial, comunitario, así como su régimen de gestión y optimización».

Como ejemplo ha puesto el barrio de Otxarkoaga, donde, según ha dicho, hay muchos locales que están cerrados, por lo que el objetivo es «movilizarlos» e intentar que ese patrimonio «sirva para dar un servicio a los vecinos o a quien los solicite».

También tendrá continuidad el programa de viviendas municipales para jóvenes solidarios, dirigido al alumnado matriculado en cursos de posgrado de las universidades de Bilbao y que consiste en ofrecer pisos municipales en régimen de alquiler compartido a un precio simbólico, 55 euros, con gastos no incluidos. Como contrapartida los estudiantes colaboran en proyectos comunitarios y en el apoyo a colectivos vulnerables en los barrios de Otxarkoaga y Bilbao La Vieja.

Programa de arraigo

Por otro lado, Díez ha destacado la apuesta de su área por el programa de arraigo que lleva ya dos ediciones en Otxarkoaga y ha asegurado que su intención es seguir con su desarrollo en este barrio y poder implantarlo también en algún otro barrio de la Villa.

Otro de los objetivos «importantes» del presupuesto de Vivienda es la segunda fase de las ADAS de Amezola, cuya licitación prevén en el primer semestre de 2024. Según las previsiones del área, estos 80 alojamientos dotacionales, que consisten en recursos residenciales de entre 25 y 60 m2 con instalaciones y servicios comunes, de «obligado carácter rotatorio» y diseñados para una o dos personas, preferentemente para jóvenes, podrían estar terminados y a disposición de los ciudadanos en 2026.