Archivo - Manuscrito del siglo XI de la UV | Efe - UV - Archivo

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La Biblioteca Històrica de la Universitat de València expone una pieza de «reciclaje» que se utilizó en plena Edad Media: un manuscrito del siglo XI atribuido a uno de los padres de la Iglesia, Luculentius, que fue utilizado años más tarde como encuadernación para otro libro.

La UV inaugura este miércoles en la sala Duc de Calàbria, la exposición 'Librorvm Fragmenta: incunables y manuscritos reciclados en la Biblioteca Històrica'. Comisariada por el profesor Francisco M. Gimeno Blay, la muestra aspira a «dar a conocer a los valencianos una parte desconocida del magnífico patrimonio bibliográfico y documental que atesora».

«Se trata, en esta ocasión, de una selección de fragmentos de libros, manuscritos e incunables, que fueron reciclados para encuadernar otros libros», ha explicado la institución en un comunicado.

A menudo, los libros deteriorados se utilizaban para hacer encuadernaciones. Esta práctica ha permitido unir dos libros diferentes, uno de los cuales --suele ser el más antiguo-- se había deteriorado por el uso o porque las condiciones de conservación no eran las más adecuadas. Llegados a este punto se estimó que no servían ya como transmisores de un texto y se decidió reutilizarlos. Los libreros, los encuadernadores y también los sederos, acudían al mercado de segunda mano para aprovisionarse de estos materiales para su reciclaje.

Esta actuación ha hecho posible que en la Biblioteca Històrica de la Universitat de València se encuentren libros muy antiguos, procedentes de diferentes regiones de Europa, algunas muy lejanas. De este modo, entre los fragmentos identificados se ha localizado un folio de un homiliario de los siglos XI-XII cuyo autor es uno de los padres de la Iglesia conocido como Luculentius.

Este hallazgo constituye el manuscrito más antiguo custodiado por la Universitat de València. Originario del área de influencia del monasterio italiano de Montecassino se ha identificado un libro de sermones. Otros fragmentos proceden de Italia, de Austria y de Francia. En las encuadernaciones de libros se emplearon también hojas de papel de incunables, como lo demuestran algunos de los libros expuestos. La Biblioteca Històrica ha podido localizar gracias a esta exposición hasta seis incunables fragmentarios, cuya existencia era desconocida.

Reciclaje en casullas

Se ha aprovechado la ocasión para mostrar fotografías de dos casullas procedentes de la cartuja de Valdecristo (Altura, Alto Palancia) conservadas en la actualitad en los museos diocesano y capitular de Segorbe y en la Hispanic Society of America de Nueva York.

En su interior, para rellenar la parte destinada a alojar el bordado, se utilizaron hojas de pergamino de un manuscrito, de finales del siglo XIV, con la versión catalana del texto del Brunetto Latini traducida por Guillem de Copons. Las dos casullas exhiben hojas del mismo manuscrito, lo que implica que fueron bordadas en el mismo obrador.

La muestra se podrá visitar en la sala Duc de Calàbria de la Biblioteca Històrica, en el Centre Cultural La Nau, hasta al 7 de abril de 2024.