«Son los Presupuestos más potentes de la Comunidad de Madrid en toda su historia», señaló Ayuso en la semana de su presentación. Para el Gobierno autonómico, se trata de unas cuentas «responsables» que permitirán que Madrid siga siendo «una región muy próspera» y el «motor económico de España».
En estas cuentas todas las áreas aumentan su asignación. La Sanidad contará con la mayor dotación hasta el momento, superando los 10.000 millones, y concentrando el 37% del total. Educación recibe casi 6.500 millones y Transportes y Vivienda y Política Sociales cerca de 3.000 millones cada. Además, se recogen bajadas de impuestos y la deflactación del tramo autonómico del IRPF.
Vox, a pesar de tildar los Presupuestos de «socialistas», ha optado por abstenerse mientras que PSOE y Más Madrid han votado en contra. Ambos consideran que estas cuentas no resuelven los problemas de los madrileños y son «insuficientes y engañosas».
Durante la tramitación parlamentaria de las cuentas, el PP aceptó únicamente 16 de las más de 3.400 enmiendas que presentó la oposición. Fueron seis para Vox y cinco para cada partido de izquierdas e incluían ayudas a la maternidad, un plan ante el fentanilo o la sensibilización sobre la economía circular.
Antes de la votación final, los 'populares' les emplazaron a que decidieran a qué enmiendas querían darles prioridad (por valor de 1 millón de euros) para considerar la posibilidad de incorporarlas. Tras la negociación, se han incluido otras cuatro enmiendas de PSOE y Vox sobre ayudas a pymes y comercios y salud mental.
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