Juan Francisco Trujillo a su llegada a la Audiencia de Sevilla | MARÍA JOSÉ LÓPEZ/EUROPA PRESS

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La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha continuado este miércoles el juicio de la pieza separada de la macrocausa de las ayudas autonómicas para expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos y subvenciones arbitrarias, correspondiente a los casi 1,5 millones de euros concedidos por el que fuera director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero a su exchófer Juan Francisco Trujillo, toda vez que parte del dinero habría sido supuestamente destinado a cocaína, copas y antigüedades.

Durante esta nueva sesión del juicio, ha testificado por videoconferencia un agente de la Guardia Civil que participó en el registro policial del domicilio de Juan Francisco Trujillo el 15 de diciembre de 2011, en busca de documentación sobre las ayudas por valor de 900.000 euros concedidas por decisión de la Dirección General de Trabajo a las empresas Lógica Estratégica Empresarial e Iniciativas Turísticas Sierra Morena, propiedad de Trujillo.

Según la Fiscalía, que reclama para el inculpado 14 años de cárcel, 30 años de inhabilitación y el pago de una indemnización de 1.475.028 euros, Juan Francisco Trujillo dispuso del dinero de las ayudas «como si de una caja única se tratara, no ejecutando ninguno de los proyectos de inversión ni contratando el personal que se recogía en las memorias o proyectos que se aportaron». Es más, asegura que con estas ayudas, el exchófer de Guerrero «financió compras de inmuebles y fincas rústicas, bien para su uso bien con fines especulativos».

Este agente, en ese sentido, ha rememorado que al preguntar por la documentación por tales ayudas en el registro, Trujillo les explicó que «no había expediente» ninguno sobre las mismas, sino que como el director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, fallecido en 2020, era su «jefe», pues «en un folio o dos rellanaban lo que estimaban conveniente y con eso le pagaban» a él, o sea la Junta a Juan Francisco Trujillo.

A continuación, ha narrado que el acusado, sorpresivamente, anunció a los agentes intervinientes en el registro que como «le habían dejado tirado», iba a «contarlo todo», tras lo cual manifestó que parte del dinero de las ayudas se lo dio «en mano» al propio Guerrero y que por petición de este le compró «varios efectos como material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa», según su acta de declaración.

«La mayor parte del dinero», según dijo en su comparecencia policial Trujillo, lo dedicó a «comprar cocaína» para Guerrero y él mismo; así como para «otros gastos como ir de fiestas y de copas».