«Sabemos que hay preocupación pero hay que hacer esto con serenidad y tranquilidad porque lo que no podemos hacer es enviar un mensaje de alerta. Por supuesto que hay cierta preocupación, pero necesitamos más conocimiento y necesitamos saber cómo tenemos que abordar esto desde la tranquilidad», ha reiterado.
Pedrosa se ha dirigido de esta forma al profesorado que ha asistido a una jornada formativa que, bajo el título «Las consecuencias del uso de la pornografía en adolescentes y jóvenes», ha organizado el Departamento de Educación en el BEC de Barakaldo.
El programa se repetirá en una segunda jornada que tendrá lugar este miércoles, esta vez, en el Conservatorio de Música de Vitoria-Gasteiz, y con ambos foros se pretende ofrecer estrategias para que el profesorado pueda orientar a las chicas y chicos en materia afectivo-sexual.
A partir de las conclusiones de expertos que afirman que el consumo de este tipo de contenidos, cada vez a una edad más temprana, está teniendo consecuencias en las relaciones entre los alumnos, en el ámbito sexual, el afectivo y, en general, en su interacción social, la jornada ha propuesto participar en una reflexión que permita «extraer dinámicas y estrategias para erradicar las consecuencias negativas que las y los jóvenes captan a través de la pornografía».
La profesora asociada en la Universidad Illes Balears, Sandra Sedano, la sexóloga María Rodriguez y la psicóloga Maider García de Vicuña han sido las tres ponentes que han expuesto sus trabajos y compartido una mesa redonda.
En su intervención de apertura, la viceconsejera ha reconocido que existe «preocupación» porque cada vez hay un acceso más temprano, y a edades más tempranas, al porno", sobre todo a través de las redes sociales.
En este punto ha abogado por «definir a qué nos referimos cuando hablamos de prohibir accesos», teniendo presente que «sin formación no hay conocimiento, y tenemos que educar», ha subrayado ante los profesores que han asistido a la jornada.
Conocimiento y buenas prácticas
Igualmente ha defendido que, en esta materia, «lo que importa es la educación, la sensibilización y el conocimiento que tienen que tener nuestros chicos y chicas, pero también las familias y, esto, hay que abordarlo sin miedo pero con serenidad, buenas prácticas, mucha interacción y mucha comunicación, sobre todo, partiendo de los espacios que ya existen en los centros educativos».
Pedrosa ha señalado que, aunque ya existen en muchos centros educativos y con muchos docentes planes de coeducación, «la sensibilización en el ámbito de la educación afectiva o sexual merece tener su propio espacio».
Por ello, el objetivo de este monográfico es, en primer lugar, sensibilizar a los docentes y hacer una interpelación a la sociedad, porque este no es un ámbito solamente que le compete a los centros educativos, sino que es algo que nos compete a todos y a todas los ciudadanos, porque todos sabemos que la accesibilidad es cada vez más grande".
Pedrosa ha enfatizado que la educación afectiva y sexual es un tema «muy transversal que tiene que estar presente en todo el currículum, incluso desde la educación infantil» porque, tal y como ha añadido, «existe una preocupación, pero, sobre todo, lo que hay es una necesidad de más conocimiento y, como sociedad, necesitamos tratar estos temas con rigor y, también, con tranquilidad».
Dentro de esa categorización competencial en el ámbito de la educación afectivo-sexual, Pedrosa ha mencionado que está la pornografía, pero también está la defensa de una educación digital, responsable, ética, que está muy presente ya en los centros educativos, pero llegamos donde llegamos" ha reconocido.
"vamos tarde"
En esta línea ha incidido María Rodríguez, sexóloga y doctora en Género y Diversidad que investiga y trabaja con infancia y adolescencia sobre pornografía quien, en declaraciones a los medios, previas a su intervención ha advertido de que «vamos ya tarde» en materia de abordar el uso de la pornografía a edades tempranas y adolescentes".
En su opinión, «no podemos empezar a hacer educación sexual cuando ya están teniendo encuentros eróticos o cuando ya están visionando porno, al igual que no podemos hablar de menstruación una vez que ya estén menstruando, que es lo que estamos haciendo. Todo el rato vamos tarde», ha lamentado.
En esta dirección, ha dicho que le parece «increíble que contenidos que tengan que ver con el desarrollo biológico, relacionados con la sexualidad, se aborden más tarde de que ellos y ellas tengan ese propio desarrollo».
«No tiene sentido hablar de violencia sexual una vez que se esté produciendo, como no tiene sentido hablar de las problemáticas que pueda haber con los dispositivos móviles y las apps eróticas y hablarles de los problemas que puede tener el sexting una vez que ya tengamos un caso grande, donde haya una imagen que se esté difundiendo».
Su mensaje, ha trasladado, es que, sobre todo en esta materia, «vamos a hacer las cosas cuando se tienen que hacer, que es antes de que pasen las cosas» ha apelado.
Educación sexual
La experta ha defendido la educación sexual porque es la que va a permitir que los consumos de estos contenidos «no sean tan negativos y no tengan tanto impacto en el imaginario sexual de los jóvenes» que, a su juicio, «consumen hoy sin ningún tipo de herramienta crítica, sin ningún tipo de herramienta pedagógica y al final, la curiosidad que existen en la infancia y la adolescencia se está saciando con la pornografía».
María Rodríguez ha instado a los adultos a que es el momento de que asuman responsabilidades y acompañen bien, con más educación sexual y, sobre todo, ofreciéndoles herramientas, conocimientos y habilidades, porque, al final, acompañar va de eso, e caminar al lado de ellos para que puedan tener una sexualidad libre y satisfactoria".
Finalmente, se ha referido a las quejas de quienes afirman «qué mal educa el porno» cuando, a su juicio, el problema es que el porno no está hecho para educar y este es el principal mensaje para que los adultos dejemos de echar balones fuera".
A su vez, Sandra Sedano ha ofrecido algunas conclusiones relativas a un estudio sobre pornografía y adolescencia, así como sobre sus efectos o impacto, aportaciones de alumnado o el modelo del nuevo porno.
La profesora en la Universidad de Islas Baleares ha afirmado que la nueva pornografía consiste en «filmaciones cortas» y que, a partir de 2008, con la entrada del 5G, la industria pornográfica captó como público a los menores, a los que ha captado en las redes sociales y conseguido, incluso, que «ellos mismos autoproduzcan, generen imágenes, y las cuelguen, y se crean que eso es empoderante, que lo hacen porque quieren» ha subrayado.
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