El portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Bizkaia, Iker Casanova, en rueda de prensa. | Europa Press - EUROPA PRESS

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El portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Bizkaia, Iker Casanova, ha emplazado a que la «moratoria» en el proyecto Guggenheim Urdaibai se aproveche para «hablar y consensuar» con la comarca porque no se puede «pretender que tenga como eje tractor un proyecto que genera división». En esta línea, ha esperado que el anuncio sea «una rectificación» por parte del PNV y no «una operación de marketing».

En una rueda de prensa en Bilbao, el juntero de EH Bildu se ha pronunciado de este modo después de que este pasado lunes el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciara que el Patronato del Museo Guggenheim Bilbao se ha dado un plazo de dos años para analizar el proyecto de ampliación del museo a Urdaibai.

Casanova ha destacado que el anuncio de esta «moratoria» en el desarrollo del proyecto de Guggenheim Urdaibai se produce pese a que, hasta ahora, se ha había planteado «por boca de los máximos representantes» del Partido Nacionista Vasco y de las instituciones implicadas que «se iba a construir sí o sí» porque era un proyecto «estratégico» y no tenía «marcha atrás».

Así, ha apuntado que el anuncio efectuado este lunes en la comparecencia del lehendakari junto a la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, «abre un nuevo escenario» en el que, «al menos, se atisba la posibilidad de que se dé un proceso de moratoria y, por tanto, de reflexión».

Por su parte, ha reclamado tanto a las instituciones como al PNV que «se aproveche esta moratoria de dos años en el desarrollo del proyecto para hablar con la gente, para hablar con el territorio, para hablar con el eskualde, para hablar y para acordar».

De este modo, ha censurado que, hasta ahora, ha sido «un proyecto articulado de forma jerárquica, de arriba abajo, en el cual se ha empezado la casa absolutamente por el tejado».

Según ha remarcado, un proyecto como el Guggenheim Urdaibai es «un proyecto que tiene el potencial de transformar la morfología, la sociología, la estructura social y económica» de toda la comarca de Busturialdea y «un proyecto transformador de una comarca no puede llevarse a cabo única y exclusivamente desde el 'ordeno y mando' y no puede ser un proyecto divisorio».

Sin «entrar» en si «una mayoría está a favor o no» del proyecto en Busturialdea, ha advertido de que el Guggenheim Urdaibai «genera división» y hay «mucha gente a favor, pero mucha gente en contra» también e «incluso el socio del Gobierno foral», el PSE-EE, «hasta la campaña electoral estaba mostrando su oposición».

«Es complicado, es negativo, que alguien pueda pretender que el futuro de un eskualde tenga como eje tractor un proyecto que no concita consenso, que genera división», ha insistido el portavoz de EH Bildu, que ha reiterado su llamamiento al PNV y a las instituciones en las que gobierna a que «aprovechen este tiempo de reflexión, que ellos mismos dicen haber abierto, para dialogar y para acordar con la gente».

El juntero ha considerado que el PNV se ha situado en «una posición muy difícil de corregir» porque ha pasado de «plantear este proyecto como indudable» a decir que «requiere una reflexión» y, en su opinión, «sería muy difícil decirle a la ciudadanía de Busturialdea que esa reflexión se va a dar en un despacho» y que se va a definir el futuro socioeconómico de la comarca «sin contar con las personas y con los colectivos que lo componen».

Marketing

Casanova ha afirmado, tras ser preguntado si cree que ha provocado este anuncio la proximidad de las elecciones autonómicas vascas, que no sabe si ha sido «tanto una jugada de marketing para ganar tiempo, como un reconocimiento de que estaban avanzando en un terreno en el que no tenían el consenso necesario y que les podía pasar factura». Así ha expresado su deseo de que «más que una operación de marketing fuera una rectificación».

El portavoz de EH Bildu ha reiterado el compromiso de la coalición soberanista con el desarrollo de una Bizkaia «policéntrica», lo que «pasa por la activación de políticas específicas para cada una de las comarcas» del territorio y, en este sentido, se ha mostrado convencido de que «Urdaibai es una comarca que necesita una profunda reflexión sobre su presente y sobre su futuro en términos sociales y económicos».

Ese debate, ha subrayado, debe darse «con la gente» y el anuncio del lunes «puede suponer un punto de inflexión en esta dinámica de diseñar el futuro de un eskualde sin las personas que lo componen».

Según ha explicado, ya hay «ejemplos de cómo se pueden articular procesos de desarrollo de planes estratégicos de forma participativa» y, con «voluntad política» y recursos institucionales, «no existe ninguna dificultad en articular un diálogo que tenga en cuenta todas las visiones» y luego «habrá que tejer los consensos e identificar los proyectos tractores que puedan aunar a toda la comarca».

Casanova ha recordado que la comarca de Busturialdea «tuvo un peso económico importante que ha perdido, ha vivido un proceso de desindustrialización muy importante y, además, tiene unas características físicas y geográficas muy especiales». «Aunando ese pasado, esa geografía, esas capacidades industriales, es posible articular un proyecto», ha confiado.

A su entender, tiene «quedar atrás» el modelo de gobernanza en el que «un responsable institucional tiene una idea supuestamente brillante y por encima de todos los debates, de todos los consensos y de la voluntad de las personas afectadas y de su propia opinión, se trata de llevar adelante como un instrumento de marketing».

Respecto a la inclusión de la comarca en programas de impulso de planes de desarrollo, ha considerado que Bizkaia necesita corregir el «desequilibrio» existente entre comarcas y se ha mostrado, por tanto, partidario de desarrollar planes locales de desarrollo económico y social de forma integral.

No obstante, ha criticado que, en las instituciones gobernadas por el PNV, se «está captando la idea y tratando de hacer como que hacen», pero la mayoría de los planes que se han planteado «se quedan muy cortos y no tienen ni ambición ni capacidad transformadora», sino que se limitan a «una serie de inversiones, más o menos, algunas de ellas incluso previstas de antemano, que se agrupan para darle un cierto empaque a estos planes».

«Se deben hacer planes propios, planes de desarrollo, planes estratégicos, con carácter estructural y con capacidad transformadora y para ello tenemos que tener las ideas generadas desde allí y los recursos económicos aportados entre todos y todas», ha concluido.