El pleno de Barcelona de este viernes ha aprobado de manera definitiva la nueva tasa de terrazas con los votos a favor del gobierno municipal (PSC), Junts, PP y Vox, y el 'no' de BComú y ERC, que permite eliminar la bonificación del 75% que se aplicó por la pandemia.
Así, el plenario ha dado luz verde a la modificación de la ordenanza que pactaron PSC y Junts después de que la propuesta inicial del gobierno municipal (también pactada con el Gremi de Restauració) no se aprobara en el pleno de octubre junto al resto de ordenanzas fiscales.
Se aprobó de manera inicial en el pleno de noviembre y, tras pasar el período de alegaciones, ha pasado su último trámite en la sesión plenaria de este viernes.
Escalado progresivo
El proyecto inicial de la ordenanza proponía introducir un nuevo escalado progresivo en la tasa, aprobada en diciembre de 2019, en función del número de mesas de la terraza para hacer que paguen más los restauradores que tienen más mesas y sillas y ocupan más espacio público.
La fórmula que finalmente se pactó con el Gremi de Restauració y después con Junts contempla que los tramos van cada cinco mesas y no cada cuatro como se había previsto, y el coeficiente que se aplica empieza en un 0,30 y se va incrementando tramo a tramo hasta 0,80.
La nueva tasa rebaja de los 8 millones de euros a los 4 millones el importe que pagará el sector: actualmente, la recaudación anual de la tasa con el 75% de bonificación que se ha aplicado entre 2020 y 2023, es de «poco más de 2 millones de euros», subrayó el Ayuntamiento en un comunicado.
"fiscalmente rigurosa"
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha sostenido que no se puede mantener la bonificación del 75% aplicada por la pandemia «porque ya no hay una situación de excepcionalidad», y ha defendido que es una tasa fiscalmente rigurosa.
El concejal de Junts Ramon Tremosa ha asegurado que la tasa aprobada «mejora» la propuesta inicial del gobierno municipal; la concejal del PP Àngels Esteller la considera adecuada porque, según ella, los restauradores requieren más flexibilidad; y el líder de Vox, Gonzalo de Oro, cree que la tasa es buena para reducir la presión fiscal en los comercios.
"no es un buen acuerdo"
Por su parte, la concejal de BComú Janet Sanz ha criticado que la nueva tasa «no es un buen acuerdo para la ciudad» y ha pedido llegar a acuerdos que garanticen el equilibrio y la convivencia entre los sectores.
En la misma línea, el concejal de ERC Jordi Castellana ha reprochado que «el problema de la restauración» no es la taxa, sino los alquileres que se pagan por los locales, por lo que considera que la propuesta no busca el interés general.
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