La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado este jueves que los usuarios que se abastecen de la Cuenca del Guadalquivir tienen el abastecimiento doméstico «garantizado a dos, tres años vista gracias a medidas anticipadas» por el Ejecutivo central. En cambio, la responsable gubernamental ha vaticinado posible «problemas» para las poblaciones cuyo abastecimiento depende de cuencas que gestiona directamente la Junta. Sobre estas demarcaciones «sabemos poco», ha afirmado Teresa Ribera.
Así se ha pronunciado la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico en el encuentro organizado por la SER titulado 'Por el agua y las energías limpias', en el que ha sostenido que, como Gobierno central, «nos falta mucha información para contribuir» a ayudar a la Junta con medidas con las que garantizar el consumo humano en un momento crítico por la falta de recursos hídricos en zonas concretas de Andalucía. Ribera ha insistido en que la población que depende de la Cuenca del Guadalquivir «está cubierta por lo menos dos o tres años sin cortes» gracias a «tres oleadas» de inversiones en la demarcación.
La ministra Ribera se ha preguntado «qué medidas concretas está pensando la Junta» para los territorios cuyas cuencas gestiona de manera directa, aludiendo a renglón seguido a las desaladoras para la Axarquía malagueña y el Bajo Almanzora, en la provincia de Almería, que ha reclamado el Gobierno de Juanma Moreno. Sobre estas infraestructuras, Ribera ha sido gráfica: «Incluso haciendo virguerías, es imposible» que puedan suministrar agua en los «próximos meses».
En cuanto al anuncio de la Junta de que fletará barcos con agua para consumo, la vicepresidenta tercera del Gobierno ha pedido saber «qué barcos tiene apalabrados la Junta». «No sé que está diciendo la consejera --Carmen Crespo, titular andaluza de Agricultura--. No he recibido propuestas concretas sobre esto», ha sentenciado Ribera, que ha recordado que fue el Partido Popular quien «frenó» las inversiones en desaladoras por considerarlas «las nucleares del mar».
En relación al trasvase de Alqueva, en Portugal, la ministra ha reconocido que la Junta «sí me lo planteó», pero «tengo la impresión de que es un desideratum que no termina de encajar con la realidad». «Formalmente, el trasvase ha sido rechazado por Portugal», donde, en palabras de Teresa Ribera, la propuesta ha causado «estupor». «No tiene recorrido», ha apostillado, desvelando que apuntó a la Junta la necesidad de trabajar «con rigor» y no en «una mala idea que acabaría contra un muro».
Sobre la situación que padecen 80.000 vecinos del Guadiato y Los Pedroches, en la provincia de Córdoba, Teresa Ribera ha reconocido la «preocupación» del Gobierno por la falta de agua potable desde hace ya casi un año. En este sentido, y a la espera de la visita que realizará este jueves a la zona, ha recordado que el Ejecutivo se involucró en la conexión entre los embalses del Guadiana y del Guadalquivir, una obra que «se paró en 2019». Además de la mejora de las conexiones, la ministra ha apuntado a la necesidad de asumir mejoras en la potabilización, donde ha señalado a la Diputación provincial de Córdoba. «Tendría que ser inminente. Es importante responder urgentísimamente», ha sostenido.
Preguntada sobre la posibilidad de que unos presupuestos prorrogados pudieran poner en peligro inversiones con las que poder afrontar la sequía, la ministra Ribera ha asegurado que su departamento tiene «margen para trabajar con total normalidad con unos presupuestos prorrogados». «No es un problema para abordar» inversiones en materia de agua, ha remarcado, reconociendo, eso sí, que «tenemos que contar con unos presupuestos nuevos». «Es de normalidad democrática», ha apuntado.
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