Entre ellos, está previsto que declaren trabajadores de la discoteca Sutton, donde ocurrió la agresión, y el amigo del futbolista que salió de fiesta con él esa noche.
También está citada como testigo la esposa de Alves, Joana Sanz, y comparecerán los agentes de Mossos d'Esquadra que investigaron el caso.
Alves está en prisión provisional por esta causa desde enero de 2023, y se enfrenta a una petición de 12 años de cárcel por parte de la acusación particular y de 9 años por parte de la Fiscalía.
En la primera jornada del juicio, la denunciante ha ratificado su versión sobre la agresión en una declaración que ha durado aproximadamente una hora y cuarto que se ha hecho a puerta cerrada para preservar su intimidad.
"actitud babosa"
También han declarado la prima y una amiga de la denunciante, que estuvieron con ella la noche de los hechos, y han explicado que cuando los amigos de Alves las invitaron a la zona VIP, el jugador de fútbol tenía una «actitud babosa».
Posteriormente Alves y la víctima entraron en una habitación, y han manifestado que, cuando salieron, ella tenía «muy mala cara y dijo que necesitaba irse», y que se echó a llorar y sólo repetía que le había hecho mucho daño y que le había eyaculado dentro.
Tras la agresión sexual, la víctima no trabaja, «apenas sale de casa», toma antidepresivos y está en tratamientos psicológicos y psiquiátricos.
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