El informe 'Situación Andalucía, 1r semestre de 2024' de BBVA Research, presentado por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y Francisco Javier Jerez, director territorial Sur de BBVA, señala que la economía andaluza se ha comportado como se esperaba en la anterior edición del informe y cerró 2023 con un aumento del del PIB del 2,1,%, tres décimas por debajo del resto de España, informa la entidad financiera en una nota de prensa.
Esto se explica porque los datos del segundo semestre de 2023 mostraron un debilitamiento por el menor dinamismo de la demanda externa, el encarecimiento de la energía, los altos tipos de interés, la pérdida de impulso en algunos sectores como el turismo --que empieza a mostrar síntomas de debilidad--, el sector público y el agroalimentario, en el que el agravamiento de la sequía contribuye a intensificar las dificultades.
El estancamiento en los sectores dependientes del turismo se trasladó a una fuerte desaceleración de la creación de empleo en el área urbana de Málaga y en el resto de áreas urbanas no capitalinas. La concentración de la actividad comercial y pública en Sevilla y en el resto de capitales, ayudaron a que se observara un comportamiento algo más favorable en estos puntos de la comunidad autónoma. Con todo, gracias a un primer semestre muy dinámico, el empleo aumentó un 3,3% en la región y su tasa de paro se situó en el 18,2%. Sin embargo, los datos de empleo también comienzan a mostrar los efectos de algunos problemas, como la falta de mano de obra especializada, o el relevo generacional en algunos sectores, como la construcción.
La industria andaluza continuó creciendo en el segundo semestre del 2023, a pesar de la falta de recuperación de la producción de bienes intermedios y del freno en la de bienes de consumo y energía, que habrían restado dinamismo a la actividad. Aunque el peso de la industria de Andalucía en el PIB regional es menor que en el conjunto nacional (11,6%, vs. 15,5% en España en 2022), el 25% de sus ventas corresponden a alimentación y bebidas (22% en España). Esto haría a este sector algo más sensible a la persistencia de la situación de sequía.
En cuanto a las exportaciones, estas cayeron un 10,1% en 2023, lastradas por la debilidad de la venta de semimanufacturas y de manufacturas de consumo, la entrada en recesión de Alemania y Francia, y la pérdida de dinamismo, en general, de la eurozona.
En el sector inmobiliario, la venta de viviendas en la región se redujo un 12,8% respecto a 2022 --afectada también por los elevados tipos de interés--, lo que supone una caída superior a la media de España (-11,3%). Los visados de obra nueva mostraron una elevada volatilidad, aunque a lo largo del año se apreció una desaceleración. Por el contrario, el importe de los de obra no residencial, impulsados por la obra pública, superaron en casi un 50% el de 2019.
Finalmente, el turismo ha sufrido una leve desaceleración, ligada tanto a la reducción del gasto de los turistas españoles como a la de los extranjeros. El consumo en Andalucía de los visitantes españoles (no residentes en la provincia en la que se realiza el gasto) superó en un 51% los niveles de 2019, pero en el segundo semestre esa tendencia se deterioró de forma perceptible.
De hecho, en 2023 las pernoctaciones hoteleras en Andalucía, a pesar de haber experimentado una leve recuperación, no han sido suficientes para superar los niveles de 2019. Por otro lado, el gasto de los andaluces, sobre todo en el extranjero y en Madrid, se mostró también menos dinámico en el segundo semestre 2023.
Perspectivas de expansión en 2024 y dinamismo acelerado para 2025
BBVA Research prevé que la economía andaluza modere su crecimiento en 2024 y que este se sitúe alrededor del 1,4% --igual que la media esperada para el resto del país--. Esta dinámica se debe a que los hogares y las empresas resienten el incremento de los tipos de interés, el aumento en los precios de insumos y de la cesta de la compra, la incertidumbre geopolítica y de política económica, y las restricciones de oferta, además de la desaceleración de la eurozona.
En cuanto a la industria, se espera que experimente cierto impulso a medida que progresivamente se avance hacia un contexto de menores tipos de interés, con una recuperación de la demanda externa, la mayor inversión pública por los fondos europeos (NGEU), la modernización del parque de automóviles (demanda embalsada) y los menores cuellos de botella. Así mismo, cabe destacar que la construcción tiene un mayor peso en la región que en el conjunto nacional, aunque la industria pese menos y por tanto, el impacto de esta aceleración de la inversión en bienes de equipo podría ser algo inferior en la región.
Sin embargo, el impacto de la sequía podría extenderse desde el sector agrario a otros sectores si las condiciones climatológicas no revierten, por lo que la incertidumbre sigue siendo elevada. En cambio, la resiliencia de la producción de bienes de equipo e intermedios y la construcción no residencial podrían llevar a un crecimiento mayor durante este año.
Además, el servicio de estudios de BBVA prevé un crecimiento del PIB de Andalucía del 2,5% en 2025 , superando el aumento del PIB promedio de los últimos 25 años (1995-2019, 2,1%).
El avance de la economía en esta comunidad mejorará por la caída en el precio de los combustibles y de la inflación, que a su vez facilitará una reducción de los tipos de interés. Todo ello impulsará la competitividad de las empresas y ayudará a los hogares a recuperar poder adquisitivo. Además, la mejora del contexto vendrá con una progresiva mejora de la demanda europea, lo que favorecerá las exportaciones. De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro se reducirá hasta el 15,7% el siguiente año y se pueden crear 175.000 nuevos empleos entre 2024 y 2025.
Variables que generarán incertidumbre en 2024
El escenario previsto para los próximos trimestres podría verse afectado por un estancamiento de la economía de los principales países de la Unión Europea, lo que supondría un obstáculo para las empresas andaluzas, sobre todo para aquellas más orientadas a las exportaciones de bienes.
En materia fiscal, BBVA Research ve necesario avanzar en un proceso de consolidación de las cuentas autonómicas al mismo tiempo que se garantiza la provisión de servicios públicos. Se espera que en 2023 se haya registrado un ajuste del gasto autonómico, como resultado de un crecimiento del gasto más moderado que el avance nominal de la actividad. Junto a ello, el suave dinamismo de los ingresos hace prever que la Junta haya cerrado 2023 con un déficit en torno al 0,5% del PIB, mejorando el desequilibrio registrado el año anterior.
La deuda de la Junta de Andalucía se situó al cierre del tercer trimestre de 2023 en el 22,3% del PIB regional (38.018 millones de euros). En este contexto, el servicio de estudios de BBVA Research considera que la comunidad deberá seguir centrando sus recursos en la mejora del saldo fiscal para reducir su deuda.
Por otro lado, la falta de capital humano debe ser resuelta incrementando los recursos dedicados a la formación de parados, mejorando su eficiencia y colaborando con las empresas.
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