Una academia de Campanar se organiza para recoger ropa y comida para los afectados por el incendio | Europa Press

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En respuesta al devastador incendio que afectó a dos edificios residenciales en el barrio de Campanar, València, una academia dedicada a niños con necesidades especiales ha tomado la iniciativa de organizar una campaña de solidaridad. La comunidad educativa, junto con voluntarios y vecinos, se ha esforzado por recoger ropa, elementos de abrigo y comida para los residentes que han visto sus hogares consumidos por las llamas. Según Eric, un portavoz de la iniciativa, la operación de ayuda se ha centrado en dos locales cedidos por un familiar, adaptados para atender las necesidades inmediatas de los afectados.

Los locales, ubicados en las calles Maestro Rodrigo y Luis Buñuel, se han convertido en puntos de acopio y distribución de ropa de abrigo, calzado, mantas y alimentos. "Para todo el que necesite comer o beber que acude ahí directamente y también haya aseo", explicó Eric, resaltando la generosidad y el apoyo de los vecinos del barrio que han contribuido con donaciones. La iniciativa ha recibido a numerosos vecinos afectados, muchos de los cuales están "desechos" ante la pérdida de sus hogares.

Eric también ha compartido cómo la comunidad se ha organizado para ofrecer asistencia práctica: "Tenemos un equipo haciendo bocadillos, otro llenando vasos de agua y ayudando en lo que se puede". La academia, que habitualmente se dedica a la educación de niños con necesidades especiales, ha ampliado su misión en estos momentos críticos para "ayudar a esta gente".

La solidaridad mostrada por la academia y sus voluntarios ha llamado la atención de las autoridades locales. La alcaldesa de València, María José Catalá, junto con los concejales Juan Carlos Caballero y Paula Llobet, han visitado uno de los locales para conocer de primera mano las acciones de apoyo y agradecer a todos los involucrados por su esfuerzo y dedicación.

Esta ola de solidaridad en Campanar no solo refleja el espíritu comunitario del barrio sino también la capacidad de los valencianos para unirse y apoyarse mutuamente en momentos de adversidad. La rápida respuesta y organización de la academia y los vecinos han proporcionado un rayo de esperanza y apoyo tangible para aquellos que se enfrentan a la ardua tarea de reconstruir sus vidas después del incendio.

Mientras València se recupera de este trágico suceso, las historias de solidaridad y apoyo mutuo como la de la academia de Campanar sirven como recordatorio del poder de la comunidad y la importancia de la empatía y la ayuda desinteresada en tiempos de crisis.