La presidenta de la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de Valencia (EVAP), Marta Iranzo, ha reivindicado que «solamente cuando mujeres lleguen a la alta dirección, con ellas dirigiendo las grandes empresas y las grandes instituciones», mejorarán «como una cascada» las condiciones del resto de trabajadoras de la plantilla.
Iranzo, que accedió a la presidencia de EVAP el pasado noviembre y es también CEO de Nexia y actual presidenta del Club de Marketing del Mediterráneo, ha reivindicado que las mujeres «den un paso al frente» para conquistar puestos de visibilidad y «llegar arriba donde se toman las decisiones», porque eso «va a suponer un cambio a lo largo de toda la estructura empresarial», ha sostenido en una entrevista a Europa Press.
«Que las mujeres estén arriba hace que la igualdad baje también poco a poco como una cascada», ya que «tenemos una visión que nos alerta de cosas de las que a lo mejor nuestros compañeros no se dan cuenta», ha comentado, al tiempo que ha rechazado «el discurso catastrofista negativo» de que las mujeres «se ponen palos en las ruedas» entre ellas.
Para fomentar que las mujeres tengan presencia en estos puestos directivos, Marta Iranzo se ha mostrado una «ferviente defensora de las cuotas», porque aunque «están para desaparecer» y «ojalá no hicieran falta», hay una necesidad de «acelerar el cambio». «Necesitamos esas medidas que nos ayuden, porque no sé el resto de la sociedad, pero yo no estoy dispuesta a esperar 200 años para que alcancemos la igualdad real», ha remarcado.
"la pobreza tiene rostro de mujer"
Iranzo ha explicado que EVAP pone el foco, como asociación empresarial, en la brecha salarial e intenta «dar visibilidad a un problema que existe», que «muchas veces pasa desapercibido» y que «es un dato objetivo» corroborado por las cifras del INE. Ha denunciado que «la pobreza tiene el rostro de mujer» por «una serie de condicionantes estructurales, empresariales, culturales».
Entre ellos, se ha referido a las «decisiones que tomas por el hecho de ser mujer» que suponen «frenos en tu carrera» y están sometidas a «muchos sesgos culturales», como buscar trabajos que permitan flexibilidad para ser madre. Mientras los hombres hacen sus horas extra en las empresas, las mujeres las hacen «en casa, no son remuneradas y no aparecen en ningún sitio».
Por otro lado, ha indicado que «hay sesgos sobre el hombre y la mujer en los convenios colectivos», y ha citado como ejemplo el sector de la limpieza, que «está súper feminizado», pero la profesión de cristalero, tradicionalmente ocupada por hombres, conlleva «condiciones mucho más ventajosas».
Para atajar esta situación «hay muchos frentes», según Iranzo. Por un lado, «hace falta unas normativas», y aunque «hemos avanzado mucho», «las leyes no son suficientes». También «bajar a nivel empresa», a los convenios colectivos y «hay otra parte muy importante que es la cultura, que no se cambia de un día para otro y ahí es donde no podemos bajar la guardia».
"necesitamos instaurar la corresponsabilidad"
En ese sentido, será necesario «buscar el equilibrio entre nuestra vida personal y nuestra vida profesional, pero para hombres y mujeres». «Necesitamos instaurar la corresponsabilidad, no la conciliación», ha defendido, porque «solamente con corresponsabilidad conseguiremos que las mujeres no tengan que tomar decisiones que limiten sus carreras». Así, cree que con la incorporación de la mujer a las altas esferas del mundo empresarial, eso va a ser más fácil".
Iranzo considera que «está cambiando el liderazgo en las organizaciones» y ha puesto el foco en que «el 40% de la gente más joven que está incorporándose a las empresas no quiere puestos de liderazgo», una situación que denota que «necesitamos que los líderes de esas organizaciones cambien la forma en que se gestionan las empresas». «Ahora mismo estamos gestionando las empresas como lo hacíamos en el siglo XX. Necesitamos unas empresas muchísimo más ágiles y captadoras que atraigan el talento, femenino y masculino», ha defendido.
No obstante, ha avisado de que «el teletrabajo a veces se ha convertido también en una trampa» por suponer horas extra y porque las mujeres «dejan de estar en la oficina, donde se toman las decisiones». Por ello, «no se trata de permitir a la mujer teletrabajar, sino que hay que fomentar la cultura del teletrabajo para todo el mundo».
Respecto al síndrome del impostor y su prevalencia entre las mujeres, ha mencionado que un estudio reflejó que, ante una oportunidad de trabajo, los hombres lo solicitaban cuando solo cumplían el 50% de los requisitos y las mujeres no se presentaban si no tenían todas las cualidades. Siguiendo el ejemplo de una conferenciante que escuchó hace años, Iranzo cambió la forma en la que entendía su síndrome de la impostora y «lo puso a trabajar para ella» formándose más. «Y me permito no ser perfecta ni saberlo todo», ha puntualizado.
En la misma línea, Iranzo ha admitido que «muchas veces» se ha sentido infravalorada en su carrera profesional, sobre todo de joven, pero ha intentado «siempre» que no sea «limitante» y «empoderarse todavía más».
Vocaciones en stem para "cocrear el futuro"
Marta Iranzo ha puesto el foco en las llamadas carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), porque en ellas se producen los avances de la sociedad y, «si no estamos presentes, no vamos a poder cocrear con los hombres el futuro que nos espera».
EVAP, de la mano de la experta en inteligencia artificial Nuria Lloret en su junta directiva, trabaja en un observatorio junto a la UPV para estudiar los sesgos de esta tecnología, por ejemplo en la generación de imágenes. «La inteligencia artificial se basa en datos existentes. Si las mujeres no hemos sido visibles a lo largo de la historia, si no participamos en la creación de esa tecnología y de su corrección a través de algoritmos, van a volver y están volviendo prejuicios, sesgos, que pensábamos olvidados», ha advertido. Por ejemplo, si se le pide a una IA una imagen de aviación, ellos serán pilotos y ellas, azafatas.
Iranzo ha advertido sobre «un retroceso de vocaciones en las niñas» y ha subrayado que éstas se deben despertar desde la infancia temprana. Se trata, ha destacado, de uno de los focos centrales para la nueva junta directiva de la EVAP, con iniciativas en el Día de la Mujer y la Ciencia y actividades durante todo el año.
En este punto, ha subrayado que «faltan referentes femeninos y esa es otra de las piezas clave para EVAP». «Las mujeres con puestos de responsabilidad tenemos una gran responsabilidad con las nuevas generaciones y tenemos que dar un paso al frente y ser visibles». Entre sus referentes personales, ha citado a las compañeras de la asociación que le han inspirado para dar pasos al frente, y también ha destacado el ejemplo de Ángela Pérez, primera mujer en ganar el premio Jaume I al emprendurismo, que lidera desde joven en el sector de la biotecnología.
A su juicio, «los hombres ya empiezan a darse cuenta» de aspectos como la ausencia de mujeres en eventos o mesas rondas, y «es »imprescindible que ellos trabajen con nosotras en este foco. Ha explicado que fomentar esa alianza con los hombres será otro de los objetivos de la nueva junta directiva de EVAP, porque «la sociedad entera gana con la igualdad».
Sobre las corrientes de opinión contrarias al feminismo, Marta Iranzo ha lamentado que «se ha politizado» el concepto pero que se «niega a renunciar a el». «El feminismo es algo con lo que toda la sociedad va a ganar y es un movimiento necesario», ha defendido.
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