Esta nueva placa en recuerdo a una víctima de ETA, la tercera que se coloca en Bilbao, ha quedado instalada en la Gran Vía bilbaína junto al BAT, edificio que fue antigua sede del BBVA.
El acto, abierto a la ciudadanía, ha incluido una ofrenda floral con la presencia de familiares y personas allegadas a la víctima, junto a representantes municipales, encabezados por la alcaldesa en funciones, Amaia Arregi, y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, además de otras autoridades.
Benicio Alonso Gómez, de 51 años, nacido en Barca (Soria), casado y con dos hijas, trabajaba en las oficinas del Banco de Vizcaya cuando la mañana del 5 de febrero de 1983 explotó una bomba colocada en un maletín.
Como consecuencia de las graves heridas, falleció en el Hospital de Basurto dos días después, el 7 de febrero. En el mismo atentado murieron otros dos empleados de la entidad, Ramón Iturriondo García, y Aníbal Alfonso Izquierdo Emperador, y otros seis resultaron también heridos, algunos de ellos de gravedad.
En aquellas fechas, y tras la conmoción por el suceso, se produjo una multitudinaria manifestación de repulsa que fue calificada como «la primera manifestación masiva contra ETA en el País Vasco», según ha recordado el Ayuntamiento.
Tras la finalización del acto, la alcaldesa en funciones de Bilbao, Amaia Arregi, ha afirmado que el de hoy es un «justo homenaje» que se realiza cuando la familia «lo requiere».
«Ha sido un acto emotivo y sencillo, centrado en la familia, que es la verdadera protagonista», ha añadido, para destacar que la hija del homenajeado, en el acto de entrega de una réplica de la placa que se ha celebrado previamente en el Ayuntamiento, les ha trasladado que «ya no tenía ningún rencor, que con el rencor no se ha llegado a ninguna parte».
Por otro lado, ha dicho que esperan colocar nuevas placas, pero deben «determinar los tiempos con las familias», porque se intenta hacer coincidir los actos de homenaje «bien con la fecha del asesinato o en días cercanos, hablando con la familia, que son las protagonistas».
Por su parte, María Anunciación Alonso, que tenía 23 años cuando asesinaron a su padre, ha dicho que, para Benicio Alonso, «lo más importante en aquella época era trabajar y aficiones tenía pocas, ir al pueblo donde se estaba haciendo, poco a poco en verano, una casita para cuando se jubilase».
Además, ha valorado el hecho de que la colocación de la placa haya coincidido con la celebración del 'Día del Padre' y ha asegurado que al suyo le hubiera «encantado, porque era una persona que valoraba mucho este tipo de demostraciones de afecto».
Por ello ha mostrado su agradecimiento por este acto «a todo el mundo» y ha destacado que, «por fin» la sociedad «se ha concienciado» de que el terrorismo «no es viable y mueren personas inocentes».
En ese sentido, ha dicho que su padre «no tenía nada que ver con política, era una persona que no se definía nunca políticamente, una persona sencilla que había venido de Soria».
Cuando ocurrió el atentado, ha recordado que ella tenía 23 años y su hermana 20 años, y ha reconocido que no tuvieron «ningún apoyo», porque, aunque había «personas imparciales, había también mucha gente que veía con buenos ojos ese tipo de acciones».
Transcurridos 40 años del atentado que acabó con la vida de su padre, ha dicho que la sociedad «sí que ha avanzado en ese sentido y ha tomado más conciencia en relación al terrorismo», aunque «hay de todo» y quien piensa que a las personas afectadas «nos cuidad demasiado» porque «eso paso hace mucho tiempo».
María Anunciación Alonso ha relatado que el atentado les afectó «bastante negativamente» y fue muy «traumático». «Por desgracia, mi hermana no lo supo afrontar bien y ha tenido muchos problemas luego de readaptación», ha explicado, para recordar que, en aquella época «no es como ahora, no había apoyo psicológico, si podías lo afrontabas y si no, pues ahí te quedabas».
Tercera placa
La colocada este martes en recuerdo de Benicio Alonso es la tercera placa que el Ayuntamiento de Bilbao y el Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia instalan en recuerdo a una víctima de ETA. La primera se puso el 19 de noviembre de 2022 en Begoña en homenajea a Ángel Pascual Múgica, ingeniero de proyecto de la central nuclear de Lemoiz que fue asesinado por ETA en Bilbao el 5 de mayo de 1982.
La segunda, colocada el 12 de septiembre de 2023 en el Parque de Doña Casilda, recuerda a José María Urquizu, farmacéutico asesinado por ETA en 1980 en la farmacia que regentaba la familia en Durango.
Con estos símbolos se pretende configurar lo que se ha denominado como «Mapa de la Memoria de Bilbao», una iniciativa del Ayuntamiento y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, para mantener el recuerdo de estas víctimas. Al mismo tiempo se pretende georreferenciar estos hechos vinculados con la violencia política y el terrorismo en la Villa y «rescatar del olvido las historias de las personas asesinadas con el propósito de que trasciendan a la ciudadanía», ha precisado el consistorio.
Para ello se ha creado también un espacio en la propia web municipal www.bilbao.eus, que acogerá este «Mapa de la Memoria de Bilbao», a donde se accede mediante un código QR colocado en la parte inferior de cada Placa.
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