El nuevo presidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, se plantea entre sus objetivos de mandato el incrementar la actividad de la institución mediante la implementación de recursos de Inteligencia Artificial, y mejorar el grado de conocimiento de dicho órgano de fiscalización trasladando de manera periódica la celebración de sus plenos en puntos de las ocho provincias andaluzas.
Así lo ha detallado Manuel Alejandro Cardenete en una entrevista concedida a Europa Press unos días después de que el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicara --en su edición del 15 de marzo-- el decreto de su nombramiento como presidente de la Cámara de Cuentas, rubricado por el jefe del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, y a propuesta del Pleno de dicho órgano de extracción parlamentaria.
Cardenete ha indicado que afronta «con mucha ilusión» su nuevo cargo tras su «breve» paso por la política andaluza en la anterior legislatura, en la que fue viceconsejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local y, durante unos meses tras el fallecimiento de Javier Imbroda, consejero de Educación y Deporte en el Gobierno andaluz presidido por Juanma Moreno y entonces de coalición entre el PP-A y Ciudadanos.
En esa línea, Cardenete ha explicado que, tras cesar como consejero de Educación al finalizar la anterior legislatura y regresar a su actividad universitaria como catedrático de Economía, constituyó para él «una sorpresa» la propuesta del Grupo Popular para que ingresara en la Cámara de Cuentas primero como consejero y, posteriormente, para que fuera elegido presidente.
Llamada de juanma moreno
Ha señalado que fue el propio presidente de la Junta de Andalucía y del PP andaluz, Juanma Moreno, quien le llamó directamente para plantearle esa «posibilidad de ser consejero» de la Cámara de Cuentas y también «intentar asumir la presidencia» de este órgano.
«No hubo una llamada previa» a la del presidente de la Junta y fue «una sorpresa absoluta» esa propuesta, según ha comentado Cardenete, que ha explicado que respondió a Moreno pidiendo «tiempo para pensarlo», porque «había vuelto a mi universidad y ya estaba rehaciendo todo mi grupo de investigación, mis proyectos, seminarios, conferencias internacionales, etcétera», y con ese ofrecimiento «tenía que volver de nuevo a replantearme la vuelta a la vida activa pública».
Después de «reflexionarlo», Cardenete decidió que la Cámara de Cuentas es «un sitio muy especial» y ajustado a su «perfil» como «catedrático de Economía», según ha relatado, por lo que llamó a Moreno, le dio «las gracias» y le comunicó que «aceptaba la propuesta», para que se iniciara el trámite correspondiente para su elección, primero, como consejero del órgano fiscalizador, responsabilidad para la que el Pleno del Parlamento lo designó el pasado 21 de febrero con 106 votos a favor.
Posteriormente, el 5 de marzo, el Pleno de la Cámara de Cuentas eligió a Cardenete como presidente por unanimidad, algo que él ha valorado como una «sorpresa», teniendo en cuenta que «hace algunas legislaturas» que no se daba esa circunstancia, y por el que ha agradecido a los grupos parlamentarios la «confianza» depositada en él, al tiempo que ha considerado que este respaldo aumenta aún más la responsabilidad ya de por sí «elevada» que asume con la presidencia de la Cámara de Cuentas, «por el nivel de apoyo» recibido, y al respecto ha señalado su pretensión de «cubrir» las «expectativas» generadas.
Objetivos
Preguntado por los objetivos que se marca para su mandato, ha citado, de entrada, el de «terminar de cerrar la Relación de Puestos de Trabajo recientemente aprobada --de 141 empleados-- para cubrir las plazas que hacen falta» para atender a las «más de 1.600 instituciones que están bajo el paraguas» de la Cámara de Cuentas, que actualmente cuenta con 121 funcionarios, según ha precisado.
De igual modo, Cardenete ha señalado los objetivos de «desarrollar» e implementar el plan estratégico de la Cámara de Cuentas aprobado «hace tan sólo unos meses», y de aumentar el «conocimiento» de esta institución, que «no es lo suficientemente conocida por los ciudadanos», según percibe el nuevo presidente, quien por ello se ha fijado el reto de que «se dé a conocer la Cámara de Cuentas de puertas hacia afuera».
Para ello, ha anunciado que va a celebrar plenos en las ocho provincias andaluzas, comenzando por uno en Granada tras Semana Santa. «Vamos a ir rotando por las provincias e instituciones» con las que la Cámara tiene una responsabilidad para que la entidad cuente con «presencia física y visual hacia afuera», ha incidido el nuevo presidente, que ha confirmado que, aunque «por cuestiones también de intendencia», se seguirán celebrando plenos en Sevilla, de manera «periódica y estable» se irá «rotando por todas las provincias y todos los tipos de instituciones», con la idea además de aprovechar esas visitas para «hablar con los interlocutores que tenemos al otro lado, ya sea un rector, un alcalde o un presidente de Diputación», ha agregado.
Incrementar la actividad de la cámara
Junto a esos objetivos, Cardenete se ha planteado también el de «incrementar la actividad» del organismo que va a presidir, para lo cual apuesta por «incrementar la tecnología» y por implementar la Inteligencia Artificial «para la valoración contable de todos los documentos que vienen» hacia la Cámara de Cuentas.
Así, el presidente ha confirmado su apuesta por que «la inteligencia artificial entre también en el seno de la Cámara de Cuentas para que, con los mismos recursos» de personal con los que dispone actualmente, «podamos implementar muchísimo más el grado de cobertura que se haga» de la labor de «fiscalización» de este órgano, que «al final será lo que permita una evaluación de lo que se está haciendo» y que los ciudadanos y las instituciones «lo sepan y así podamos seguir mejorando», ha añadido.
De igual modo, Cardenete ha defendido la existencia y la utilidad de la Cámara de Cuentas aunque exista también el Tribunal de Cuentas a nivel estatal, ya que «sería inimaginable» que dicho organismo «tuviera la capacidad de implementar esa fiscalización de todos los entes públicos» de la comunidad autónoma andaluza.
De hecho, ha explicado que la Cámara de Cuentas no evalúa a todas las instituciones sometidas a su fiscalización «a la vez», sino que elabora planes anuales en los que «al menos cada cinco años» una entidad dependiente de estos exámenes «tiene que entrar en el circuito», si bien hay algunas que se evalúan cada año, como la Cuenta General de la Junta de Andalucía y la rendición de cuentas del sector público local.
Sobre esto último, Cardenete ha lamentado que las entidades locales andaluzas presentan el ratio de rendición de cuentas «más bajo de España», de «poco más del 20%», y «eso hay que cambiarlo», según ha aseverado.
Al hilo, el presidente ha defendido que la Cámara de Cuentas es «un organismo fiscalizador» que no tiene «poder sancionador», sino «poder moral» para «poner negro sobre blanco» lo que la entidad objeto de examen «está haciendo mal o no del todo bien», y ha indicado que hay ayuntamientos que «en muchas ocasiones no tienen capacidad para rendir cuentas» y «hay una cierta dejación de esa actividad».
Cardenete se ha comprometido a «implementar» durante su mandato medidas para que «esos ratios mejoren», y al respecto ha indicado que no quiere que la Cámara de Cuentas sea vista como «los hombres de negro» que van «al ayuntamiento de turno a escudriñar las cuentas», sino como una entidad que puede «ayudar a ganar eficiencia en la gestión» de una empresa pública o un ayuntamiento.
Finalmente, ha señalado que el próximo mes de junio asumirá «la presidencia nacional de todos los órganos de control externo de España», lo que va a dar a la Cámara andaluza «un papel más importante», según ha valorado.
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