En su intervención, ha alertado del «contexto de ataque» a la Constitución, frente a lo que ha defendido «un país unido en la diversidad», realzando el Estatuto de Autonomía de Aragón. Ha rechazado «el falso derecho de romper el sistema de convivencia democrática», alertando contra quienes pretenden «dinamitar los principios de unidad, igualdad y solidaridad», exigiendo a todos «compromiso con el futuro, que a todos nos incumbe».
Ha reclamado «el respeto a la palabra dada y al pacto, también a la renuncia firme y expresa a cualquier compromiso fraudulento», añadiendo que «el camino mostrado por Aragón, el camino de la palabra dada, el respeto a la ley y el cumplimiento de los acuerdos, es el único que merece la pena ser transitado».
«De esta forma hemos conseguido que nuestro país y nuestra Comunidad Autónoma hayan atravesado las décadas más prósperas de nuestra historia», ha aseverado Azcón, indicando que «ese afán de convivencia compartida con las otras comunidades españolas nos permite mostrar hoy nuestro especial acento».
Libertad sin apellidos
El presidente de la Comunidad Autónoma ha dejado claro que «la democracia que nos dimos, solo puede alimentarse desde el ejercicio de una libertad sin apellidos, con los únicos contrapesos de la responsabilidad, el compromiso y la coherencia en el presente con los caminos recorridos en el pasado».
«Libertad es disponer del derecho individual a definirse, a tomar decisiones, a crecer, pero también es cumplir la ley que define esa libertad y la garantiza», de forma que «romper los acuerdos fundamentales que emanan de la democracia y de la libertad puede parecer transgresión, pero no lo es», sino que «constituye simple y estéril destrucción; porque es en esa ruptura cuando aparecen las desigualdades que quiebran el sustrato básico de la convivencia, el entendimiento y el progreso».
Ha advertido de que «intentar romper la unidad de convivencia que supone la Constitución ha sido un delito consumado que nos ha llevado a un momento de inestabilidad política e institucional sin precedentes, y eso debe pasar a la historia como el acto irresponsable, ilegal e inmoral que es».
Jorge Azcón ha apostillado que «los políticos que han cometido delitos contra esas normas fundamentales deben responder ante ellos como lo que son: personas que pretendieron disponer y romper sin remedio la voluntad y la convivencia pacífica de los españoles», de manera que «no hay amnistía posible para semejante atropello».
Ha proclamado que «Aragón y España deben ser lo que han decidido ser, y no aquello en lo que unos cuantos pretenden convertirnos yendo contra la historia, las leyes, la convivencia y el sentido común», por lo que «nadie tiene derecho a arrebatarnos la nación y la democracia que tanto esfuerzo nos ha costado impulsar».
Ha dicho «a quienes tratan de manchar el hogar común de todos que dejen de manosear irresponsablemente nuestro futuro porque sus intereses personales no se corresponden ni con los de los aragoneses ni con los del conjunto de los españoles».
Ha apelado a la Transición de 1978, «con la democracia como camino de no retorno en una transición modélica y admirada internacionalmente», manifestando su «orgullo» por los hombres y mujeres que impulsaron «esa obra magna que hoy nos toca defender como el mejor legado posible para nuestros hijos», en alusión al primer presidente de la Diputación General de Aragón (DGA) en la preautonomía, Juan Antonio Bolea Foradada, también Gabriel Cisneros y Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga y Santiago Carrillo.
Avance común
Jorge Azcón ha hecho hincapié en que «Aragón sigue teniendo planes, proyectos y ambiciones para el progreso propio y el avance común de España» y que la Comunidad quiere seguir ofreciendo «tenacidad, nobleza, lealtad y solidaridad» para «ser motor del nuevo futuro que se abre ante nosotros».
«Si la revolución digital cambió nuestra forma de comunicarnos, la inteligencia artificial, la nueva robótica o la biotecnología nos sitúan ante un cambio de era». «Lo afirmo con rotundidad: el futuro de Aragón será tecnológico e innovador o no será».
Galardonados
Azcón ha dado la enhorabuena al expresidente de la Comunidad Autónoma, Javier Lambán, Premio Aragón 2024, recordando que ha publicado, recientemente, sus memorias, elogiando su defensa de la participación colectiva, «que en democracia evoca, también, la construcción común de una obra política superior, una obra de convivencia y alternancia, que entre todos vamos edificando, cada uno desde su ideología, pero todos respetuosos con los valores y los objetivos que están por encima de las discrepancias».
Azcón ha elogiado de Lambán su «ejemplo insuperable de dedicación y sacrificio, guiado siempre por un amor infinito por Aragón y sus gentes», recordando que como presidente tuvo que gestionar la pandemia de la COVID-19, «el mayor desafío desde la guerra civil», y lo encaró «con determinación, sin descanso», anteponiendo su ideal de servicio público a todo, incluida su propia salud.
De César Trillo, durante décadas presidente de Riegos del Alto Aragón, Premio Aragón ha dicho: «César es una de esas personas que han consagrado toda una vida a un propósito justo y generador de beneficios para el conjunto de la sociedad».
También ha mencionado al empresario altoaragonés Vicente Ascaso, premiado en el acto del Día de Aragón en Huesca, y al Real Automóvil Club Circuito Guadalope, galardonado en Teruel.
Retos
«Nunca nos van a faltar retos para intentar que Aragón se proyecte en su objetivo de posicionarse entre las regiones europeas con mayor bienestar y calidad de vida», ha proclamado Jorge Azcón, quien ha defendido «la participación y el buen funcionamiento del Estado, el pacto constitucional».
«Cuestiones de competencia estatal, como la financiación autonómica y local, el desarrollo de las infraestructuras hidráulicas, el regadío, los grandes ejes de comunicación carretera y ferroviaria, los enlaces transfronterizos o las redes de transporte energético, dependen esencialmente del apoyo de la administración central».
También ha aludido a las ayudas al funcionamiento empresarial en Teruel y la financiación del Plan Pirineos. «Siguen vigentes reivindicaciones históricas en infraestructuras y proyectos estratégicos».
Ha dejado claro que su Gobierno no dejará de exigir ante los gobiernos centrales, «sean del signo que sean», los proyectos que dependen de ellos, «sin permitir de ningún modo que se acuse injustamente de victimismo a los aragoneses».
Azcón ha defendido el aprovechamiento en Aragón del agua y la energía, considerando: «No podemos ser solamente un territorio productor y exportador de energía sostenible; en Aragón tenemos capacidad de sobras para utilizar esa energía en la transformación y el fortalecimiento de nuestra economía»
Ha observado que las energías renovables «tienen que ver con la capacidad de un territorio para ser autosuficiente y, sobre todo, capaz de sostener una industria poderosa y transformadora, siempre desde el orden y el respeto al medioambiente».
«En Aragón hemos decidido ser protagonistas de la revolución energética y la tecnológica, y a ello vamos a dedicar nuestro empeño».
Ha continuado afirmando que el talento joven debe permanecer en Aragón y también se debe atraer talento de fuera. Ha destacado de la deportista Salma Paralluelo, Medalla al Mérito Deportivo, ejemplo de los jóvenes que «dibujan el Aragón moderno».
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