El reciente Premio Cervantes Luis Mateo Díaz ya es Hijo Adoptivo de Madrid por su «mirada única en el retrato de la capital», reconocimiento aprobado por unanimidad en el último Pleno de Cibeles y que ha sido formalizado este miércoles de manos del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, coincidiendo con la celebración del patrón de la capital, San Isidro.
La distinción ha sido concedida por su «insustituible contribución a la grandeza de las letras españolas» y a su «apego a la ciudad», y se ha destacado su labor como funcionario del Consistorio capitalino durante años.
«Puedo asegurar que soy un hijo agradecido, que dios os lo pague y lo tenga en cuenta. Madrid es la capital de la gloria. Seguro que seré buen hijo, de esos que no dan disgustos», ha clamado el premiado durante su discurso.
En su intervención, ha rememorado lo que le supuso en su día llegar a Madrid a principios de los años 60, «con el alma en vilo», pero «sin preocupación» y «para quedarse». «Venía porque andaba huérfano de amor urbano y sabía que Madrid podría adoptarme antes que nadie», ha apuntado.
Asimismo, ha evocado su papel como funcionario en la capital y ha alabado a los funcionarios «que tanto ayudan a administrar la realidad y los servicios». «Por mucho que yo tuviese la cabeza llena de irrealidades», ha añadido.
«No creo que nadie pueda dudar de los méritos literarios y académicos que adornan a Luis Mateo para hacerle merecedor de este honor», alababa en el Pleno la delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz.
El último título de Hijo Adoptivo de Madrid aprobado por el Ayuntamiento fue el pasado noviembre, cuando el Pleno de Cibeles aprobó ese reconocimiento, a título póstumo, al pintor Joaquín Sorolla.
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