Cáritas detecta aumento del riesgo de pobreza en la región por la inflación, el precio de vivienda y el empleo precario | Europa Press

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Cáritas Diocesana ha atendido a más personas y ha otorgado más ayudas que el año pasado en la Comunidad de Madrid, pese a la mejora de los datos macroeconómicos de la región donde, según datos del INE, el riesgo de personas en riesgo de pobreza y exclusión social se sitúa en el 19,4%.

En una rueda de prensa celebrada esta mañana, el director de Cáritas Madrid, Luis Hernández Vozmediano, ha denunciado las «desigualdades» que sufre la región, que explica la situación por la que pasan muchas personas que llegan a la institución, que ha aumentado en el último año.

Concretamente, ha subido el número de personas que se encuentran en situación de carencia material severa: el 19,4% no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, un 32% más que en 2022; un 34% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, un 8,6% más con respecto a 2022; y un 12,5% ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal en los últimos 12 meses, un 22,5% más que el año precedente.

Según ha explicado Vozmediano, este aumento de la atención a personas por parte de la entidad en 2023 se debe a la elevada inflación --acumulada en los últimos dos años--, la carestía del precio de la vivienda y las dificultades para lograr un empleo digno y no precario.

Y es que la subida de precios acumulada en los últimos años perjudica más a lasa familias con menos recursos, ha indicado el director de Cáritas Madrid. También el encarecimiento de los precios de los alquileres, que ha subido un 12% en el último año y que obliga a muchas familias a vivir en habitaciones alquiladas hacinadas, «donde el propietario no les permite empadronarse».

El mercado de viviendas de segunda mano también ha elevado su precio. Por todo ello, Luis Hernández ha hablado con representantes de las tras administraciones para crear un parque público de viviendas en la región. «Las personas que recibimos no pueden hacer frente a la fianza o a pagar unos alquileres que suponen hasta el 80% de su salario», ha lamentado.

Por otro lado, también ha mencionado el problema del paro y el empleo precario. «Las personas en situación irregular no tienen acceso a pleno empleo y viven sometidos a economía temporal y muy irregular. Esta situación afecta seriamente a las carencias económicas de las personas. El acceso al empleo sigue siendo un problema, sobre todo para los jóvenes y para quienes llegan de fuera y están en situación administrativa irregular», ha añadido.

Más de 119.000 personas atendidas

Cáritas Madrid ha atendido un total de 119.704 personas a través de 383 cáritas parroquiales y 391 proyectos de acompañamiento de niños, jóvenes y familias, personas mayores y dependientes, mujeres, personas con problemas de salud mental y de adicción, personas sin hogar, así como de vivienda, empelo o asesoramiento y gestión administrativa.

En total, han entregado 31.904 por un importe de 8,5 millones de euros, un 14% más que el año anterior. De esta cantidad, la cobertura de necesidades relacionadas con la vivienda ha supuesto un 59% de gasto de ayudas directas de Cáritas. Otro de los servicios más demandados es la ayuda en la tramitación de homologación de títulos o regularización.

En cuanto al perfil de las personas acompañadas es muy heterogéneo: el 56% son mujeres y un 30% chicos de menos de 18 años. El 53% tiene estudios secundarios y superiores, de nacionalidades diferentes, como la española, peruana, colombiana y venezolana. Casi la mitad de los atendidos era la primera vez que acudía a Cáritas.

Iniciativas

Cáritas Diocesana de Madrid también ha llevado a cabo una importante labor de análisis de la realidad adaptada a las necesidades reales. En ese sentido, en el último año han promovido tres grandes iniciativas.

La primera es el Hogar Isaías, que ofrece una vivienda compartida para personas mayores de 55 años que no tienen hogar ni redes de apoyo y con dificultad para encontrar un empleo o una vivienda de manera autónoma, y que tampoco tienen aún la edad para acceder a una residencia.

El segundo proyecto es la Casa Cuidado, un espacio residencial para dar respuesta a las familias que tienen un familiar ingresado en el hospital y que necesitan un entorno afectivo adecuado, cercano al hospital y desde donde se pretende minimizar otro tipo de efectos generados por la enfermedad.

La tercera iniciativa es el proyecto con jóvenes de Orcasitas, que ha presentado en la rueda de prensa el sacerdote Toño Rodríguez, de la parroquia de la Preciosa Sangre. Intentan acercarse a jóvenes que no encuentran trabajo y con bajo nivel de autoestima, que no acuden a pedir ayuda pero que puedan necesitarlas, que han abandonado los estudios, han perdido la motivación o carecen de redes de apoyo.

«No consiste en ofrecer otras actividades de tiempo libre, sino ir al encuentro en sus lugares, poniendo en contacto sus necesidades con otros grupos o instituciones que puedan realizar esa labor. Además del trabajo de campo de estar en las calles y estableciendo vínculos con los jóvenes que están en al calle, también un trabajo de información, conocimiento, y dar buscando soluciones entre todos», ha indicado.

Por otro lado, en la presentación de la Memoria de Cáritas de 2023 se ha destacado la labor de las más de 9.000 personas voluntarias que colaboran con la entidad. Por ejemplo, Ana Negro, voluntaria con familias de la 'Casa Cuidado' ha relatado su trabajo más de acompañamiento que de acción. «Es estar cuando más me necesitan. Se trata de que se sientan escuchadas, eso les da ánimo y mejora su bienestar», ha apuntado.

También ha habido un momento de agradecimiento por parte de las personas atendidas. Ha sido Begoña quien, en nombre de todas ellas, ha tomado la palabra para contar que gracias a Cáritas ha podido salir del atolladero de un desahucio familiar. «No sabía qué hacer con mi vida. Me tendieron la mano. Les debo hasta mi vida porque pensé en lo peor. Me ayudaron con alimentos también. Mi vida ahora ha mejorado y he encontrado un trabajillo. Gracias a todos los voluntarios por su empatía, fuerza y tesón. Enseguida están ahí, te tienden la mano y te apoyan», ha agradecido.

Para terminar, desde Cáritas quieren evitar «que la brecha de la desigualdad siga aumentando, ofreciendo a las familias de la Comunidad de Madrid igualdad de oportunidades, con políticas públicas justas y con ayudas que favorezcan su autonomía, desarrollo personal y social».