Los hechos ocurrieron en junio de 2023, sobre las 21.00 horas en Polop (Alicante), cuando agentes de la Policía Local del municipio y de la Guardia Civil acudieron a un aviso por un supuesto delito de violencia de género en un domicilio, según la sentencia facilitada por la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante (AUGC), que ejerció la acusación particular en el caso.
El varón condenado evitó que los agentes se entrevistasen con la presunta víctima, se negó a identificarse, mostró sus genitales, faltó al respeto a los efectivos y forcejeó y se abalanzó contra un agente de la Guardia Civil cuando intentó entrevistarse con la víctima.
El agresor arañó al agente en el cuello, la frente y la oreja, y le introdujo un dedo en el ojo, actuando «con idea de menoscabar la integridad física ajena y el principio de autoridad». Como consecuencia de estos hechos, el agente sufrió dolor en dos dedos de la mano izquierda, erosiones en la cara anterior del cuello, posterior de la oreja y en el antebrazo y signos de rotura completa del pulgar izquierdo.
Para su curación, el agente requirió de tratamiento médico consistente en reposo, tratamiento farmacológico, ortopédico y rehabilitación durante 50 días, 15 de los cuales fueron impeditivos para sus acciones habituales, así como secuelas de movilidad en una de sus manos.
Por estos hechos, la magistrada condena al agresor por un delito contra el orden público, atentado a la pena de cuatro meses de prisión --que han sido suspendidos mientras no delinca de nuevo-- y de inhabilitación para el ejercicio del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como por un delito de lesiones.
El condenado debe indemnizar al agente agredido en concepto de responsabilidad civil subsidiaria con la cantidad de 4.600 euros, además del pago de las costas procesales.
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