(I-D) El vicario judicial de la archidiócesis de Burgos, Donato Miguel Gómez Arce; la presidenta federal de las Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, Madre María Javier Soto; el arzobispo de Burgos, Mario Iceta; la secretaria federal de las Her | Tomás Alonso - Europa Press

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El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha sido nombrado comisario Pontificio de los monasterios de las clarisas de Belorado, Orduña y Derio. Además, se ha prohibido el acceso y permanencia en el convento burgalés y en todos sus inmuebles «a los señores Pablo de Rojas y José Ceacero» y a cualquier persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol.

Así lo ha anunciado el prelado burgalés, quien ha estado acompañado en la rueda de prensa que se ha convocado este mismo miércoles, por la madre María Javier Soto, presidenta federal de la Federación de Hermanas Clarisas de Nuestra Señora de Aranzazu, a la que pertenecen los monasterios de Belorado, Orduña y de Derio; la hermana Carmen Ruiz, secretaria federal de la misma federación; Donato Miguel Gómez, vicario judicial de la Archidiócesis, y Rodrigo Saíd García, director del departamento Jurídico.

El arzobispo ha leído un comunicado en el que explica que este 29 de mayo ha expirado el nombramiento de sor Isabel como abadesa del monasterio de Belorado y Derio. Este era el día previsto para la elección de la nueva responsable, pero después de que el pasado 13 de mayo la abadesa proclamase la decisión de abandonar la Iglesia Católica para situarse «bajo la jurisdicción del señor Pablo de Rojas», la Federación a la que pertenecen los tres conventos solicitó ayuda a la Santa Sede.

La Santa Sede ha decidido nombrar al arzobispo de Burgos comisario Pontificio de los tres conventos, por lo que se le han otorgado «todos los derechos y deberes», y se ha designado una comisión gestora para coordinar las acciones en el ámbito canónigo y en el ámbito civil, para lo que se contará con la colaboración de un despacho profesional.

Al respecto, Mario Iceta ha apuntado que un profesional podrá supervisar toda la gestión económica de los monasterios «y también se encargará de la realización de una auditoría y de un inventario de bienes». Si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos jurídicos profesionales «en materia civil, fiscal y penal, porque a veces hay declaraciones que pueden entrar en el terreno del ofensivo con respecto al honor de las personas».

Asimismo, el prelado de Burgos ha aseverado que este martesp por la tarde se remitió un burofax a sor Isabel--del que aún no hay respuesta-- «para comunicarle la finalización de su mandato y el nombramiento del comisario pontificio con efectos inmediatos». También se ha prohibido «expresamente el acceso y permanencia en los monasterios y en sus inmuebles y recintos a los señores Pablo de Rojas y José Ciacero y a cualquier otra persona vinculada a la Capilla Unión de San Pablo Apóstol».

Sobre esta cuestión, Iceta espera que la salida del autoproclamado 'Ilustrísimo y reverendísimo' señor doctor Pablo De Rojas y de Fran Ceacero, que se hace llamar 'don José', «sea siempre de acuerdo, de consenso y con sentido común», al tiempo que ha apuntado que «no hay prisa» y que el Arzobispado quiere actuar «con delicadeza y con prudencia».

El arzobispo de Burgos ha insistido en que no hay un calendario establecido y habrá que esperar a la respuesta de De Rojas y Ceacero, ya que si no entienden que están en un lugar dónde no pueden están habrá que recurrir a la vía judicial.

Asimismo, la pretensión del Arzobispado, según el comunicado emitido por la Archidiócesis, es que, «una vez pasado un tiempo prudencial, de modo personal, se requerirá a cada una de las hermanas que expresen su voluntad de continuar o no en la Iglesia Católica», ya que la renuncia expresa «las situaría por decisión libre y personal al margen de la comunión eclesial».

En el caso de que las hermanas del convento de Belorado no deponga su decisión, serían excomulgadas y expulsadas de la vida consagrada.

El prelado burgalés ha aseverado que lo que más le «ocupa y preocupa» es la situación de las monjas, con las que quisiera ser «muy delicado», al tiempo que ha defendido una interlocución con ellas para que vean que es «una situación que es muy importante para la vida de ellas y para todos», al tiempo que ha insistido en que se irán tomando las decisiones «que sean lo menos lesivas para todos».