El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y la cabeza de lista del PNV y de CEUS a las elecciones europeas, Oihane Agirregotia, han sido los encargados de leer el texto en la Casa de Juntas de Gernika, donde se han congregado más de 250 representantes institucionales y cargos internos de la formación jeltzale.
Ortuzar ha comenzado su lectura del texto recordando que, a la sombra del roble de Gernika, durante siglos los vascos se reunieron en asamblea «para ejercitar la democracia». Por eso, ante el auge de extremismos y de conflictos bélicos, ha destacado que este enclave es en Euskadi «símbolo de soberanía, de entendimiento y de libertad», pero también ha recordado que este municipio, bombardeado durante la guerra civil, es «una alegoría de paz, símbolo del sufrimiento y de la regeneración frente a la barbarie».
«El roble que nos cobija representa la voluntad de un pueblo, el pueblo vasco, Euskadi, que desea vivir en armonía, prosperidad, justicia social, en alianza, y en igualdad con otros pueblos del mundo, con los que queremos convivir y relacionarnos, cada cual con su identidad, con su cultura, pero desde el respeto y la cooperación, con voz propia en un concierto mancomunado», ha añadido.
Ortuzar ha resaltado que a ese mundo miran hoy «a la Europa que nos cobija y en la que queremos labrar nuestro porvenir». «Miramos a Europa porque somos Europa. En ella está nuestro lugar como comunidad nacional. Lo invocamos ya en el año 1918, cuando representantes de este partido acudieron a Versalles ante la invocación por parte del presidente de los Estados Unidos de América, Woodrow Wilson, del derecho de autodeterminación para los pueblos europeos tras el final de la Primera Guerra Mundial», ha apuntado.
Tal como ha añadido, también lo repitieron en 1933, «durante la celebración en Donostia del segundo Aberri Eguna, cuyo lema precisamente fue 'Euzkadi-Europa'», y lo reiteraron tras la II Gran Guerra, en 1947, con su representación en los nuevos equipos internacionales, «que fueron el embrión del movimiento europeo y el germen de la comunidad económica europea, alumbrada por Schumann, Monet, de Gasperi o Adenauer».
El líder del PNV ha recordado que su partido participó en el nacimiento del proyecto europeo, «un espacio común que huía del totalitarismo, del fascismo y del nazismo, y también del estalinismo soviético en ciernes; un proyecto de progreso, alejado de los extremos y que pretendía establecer una paz duradera en el continente tras siglos de enfrentamientos y de sufrimiento humano».
«Sabíamos muy bien, porque las habíamos padecido en carne propia, las consecuencias del fanatismo antidemocrático. Conocíamos igualmente las secuelas del abandono internacional frente a la agresión exterior. Por eso, Agirre, Landaburu, Leizaola, Irujo y otros tantos se sumaron desde el principio al proyecto de una nueva Europa», ha señalado.
En este sentido, ha puesto en valor que Europa surgió como un proyecto para hacer prosperar una paz duradera. «Por desgracia, asistimos hoy a conflictos bélicos desgarradores con la invasión de Ucrania y la inhumana masacre llevada a cabo en Gaza tras las acciones terroristas de Hamás», ha lamentado.
Ante ello, cree que se necesita «urgentemente unir fuerzas para construir una defensa propia que garantice la seguridad de Europa y que haga que la voz de la Unión suene con firmeza en el marco internacional, posibilitando que callen las armas y comience un nuevo tiempo de paz para todos».
Radicalización de expresiones políticas
A su juicio, no se puede «permanecer impasible ante las peligrosas tendencias hacia la radicalización de algunas expresiones políticas en el seno de la Unión». «Débiles ante el exterior, rodeados de incertidumbres, una parte de la opinión pública de nuestro entorno ha comenzado a replegarse hacia posiciones extremas y populistas, el caldo de cultivo perfecto para brotes radicales contrarios a los derechos humanos», ha advertido.
Por ello, en este acto celebrado en Gernika, el PNV ha realizado esta declaración solemne para ratificar su compromiso con la UE, «un proyecto democrático, social y económicamente próspero, generador de riqueza, empleo y solidaridad, integrador, respetuoso con la pluralidad nacional, territorial y cultural, y defensor de un mundo más justo, más libre, más seguro y pacífico, en el que se respeten todos los derechos humanos».
«Ni una sola causa política puede situarse por encima de los principios básicos de la ética y el respeto a los derechos humanos que constituyen un absoluto ético por encima de cualquier otra causa. Por eso, trabajaremos por el cese de todos los conflictos armados que sacuden el mundo», ha asegurado Andoni Ortuzar. De esta forma, ha remarcado que condenarán «sin paliativos la violencia extrema llevada a cabo contra la población civil indefensa».
Los derechos y libertades
Por su parte, la cabeza de lista del PNV y CEUS a los comicios del domingo, Oihane Agirregoitia, ha recordado que hoy se vive en democracia, la ciudadanía tiene derechos y libertades, pero ha advertido que no hay que darlos por asegurados porque entonces será cuando se comience a perderlos.
«Europa se construyó desde los escombros de la Segunda Guerra Mundial, no hay que olvidarlo, y Europa vive hoy una encrucijada. Vemos cómo la proliferación de conflictos a nivel global hace más necesario que nunca reforzar el papel de la UE», ha añadido.
Tras afirmar que el PNV es «referente en la defensa de los derechos y libertades de todos el mundo», ha apuntado que se necesita una política exterior coherente, «liderando esta visión en los organismos multilaterales, trabajando cada día por mejorar la democracia y construyendo un espacio común de libertades».
La candidata jeltzale ha abogado por fomentar la separación de poderes y el respeto a las minorías, y por primar «que el diálogo y la política combatan la tentación del autoritarismo». «La justicia social tiene que impulsar la solidaridad y la empatía. Y, desde ese punto de partida, nuestro compromiso es combatir el totalitarismo de todo signo impulsando la memoria democrática, la justicia social, la igualdad de oportunidades y el Estado de Derecho», ha asegurado.
Agirregoitia ha apostado por resolver las diferencias políticas «organizando y garantizando el diálogo», y por apoyar «las cláusulas de condicionalidad para sancionar a los estados miembros que se salten las normas básicas de gobernanza democrática».
También ha defendido que se materialicen las conclusiones sobre la Conferencia para el Futuro de Europa, mejorar las revisiones anuales sobre la situación del Estado de Derecho y «monitorizar el deterioro de la independencia judicial».
Según ha subrayado, Europa «es el mejor lugar del mundo para vivir», pero se deben «preservar los valores de democracia, libertad, justicia social, solidaridad, igualdad y diversidad», y hay que «posicionarse decididamente en contra de las vulneraciones de los derechos humanos».
«No creemos en la Europa de los bandos, sino en la unidad, el acuerdo y la libertad. Contra el fascismo y contra los movimientos extremistas, tanto de derechas como de izquierdas; nosotros con la democracia», ha afirmado, para clamar por «la estabilidad y el bienestar» frente a «populismos y extremismos».
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