Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, los hechos ocurrieron alrededor de las 13,45 horas del pasado día 10 cuando la patrulla de seguridad ciudadana en servicio recibió un aviso de una fuerte explosión, con víctimas, ocurrida en el interior de una nave dedicada a reparaciones de embarcaciones próximo al acuartelamiento y a otros establecimientos hosteleros.
Una vez llegado al lugar observaron en el exterior a un vecino que informó haber sufrido múltiples quemaduras en el intento de extraer a la persona que se encontraba atrapada en el interior y al apagar las llamas de su cuerpo.
Los agentes accedieron al interior de donde salía una densa nube de humo que impedía la visibilidad y un fuerte olor a combustible. Una vez dentro lograron oír los gritos de auxilio y dolor que provenían del fondo de la nave, lo que permitió localizar a la víctima tumbada en el suelo, exhausta, bañada en gasolina y con quemaduras graves en su cara, torso, brazos y piernas, una de ellas en bastante malas condiciones que le impedían moverse de ninguna manera.
Así, ante el riesgo inminente de que se produjera una segunda explosión por la cantidad de combustible esparcido y los fuertes gases en la atmósfera y la gravedad de las lesiones, los agentes con la debida precaución para no agravar más sus múltiples heridas, decidieron trasladar en el propio vehículo policial al herido Hospital Virgen del Camino, siendo posteriormente derivado al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
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