Los hechos tuvieron lugar el día 17 a las 3 de la madrugada a la altura del número 97 de la avenida de Oporto. Varios vecinos avisaron de que un grupo de personas estaba bebiendo alcohol, poniendo música alta y gritando mientras intentaban descansar.
Hasta el lugar llegaron varias patrullas de la Policía Nacional, que pidieron a los presentes de depusieran su actitud y desalojaran el lugar. La mayoría se fueron pero un grupo conflictivo de seis personas se resistieron a abandonar el lugar, comenzaron a insultar a los agentes actuantes.
Uno de ellos empezó a orinar delante de ellos y otro rompió una botella y amenazó con ella a los policías amenazándoles con cortales el cuello. Cuando fueron a detenerle, intentó huir pero fue interceptado y arrestado en las proximidades, así como a otra mujer que le ayudó a escapar. Paralelamente, otro agente recibió un puñetazo de otro de los alborotadores, por lo que cayó al suelo herido, momento en el que otro individuo le arrebató su defensa extensible, con la que golpeó a otro funcionario, causándole una hemorragia.
Tras pedir refuerzos a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), finalmente cinco personas de nacionalidad colombiana fueron detenidas --una de ellas mujer-- con edades comprendidas entre los 20 y los 31 años. Están acusadas de un delito de atentado a la autoridad y una de ellas también por lesiones.
Sanitarios del Samur-Protección Civil atendieron a tres agentes heridos por brechas, contusiones y golpes, trasladando a uno de ellos al hospital.
Desde la Confederación Española de Policía Nacional (CEP) han lanzado hoy por redes sociales «todo el apoyo» para estos tres compañeros, «que acabaron de baja ayer, en una intervención con un grupo de jóvenes violentos». «Eso sí, Interior sigue negándonos la profesión de riesgo», han señalado.
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