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La patronal catalana Foment del Treball ha mostrado este domingo su «rechazo frontal» a una posible ampliación de impuestos extraordinarios a energéticas y bancos por parte del Gobierno de España, y ha asegurado que son un castigo sin sentido a sectores económicos y que persiguen, textualmente, un ánimo confiscatorio.

«Ante algunas informaciones que apuntan a que el Gobierno central intentará ampliar durante el próximo año los impuestos extraordinarios a empresas energéticas y bancos, Foment del Treball muestra su rechazo frontal a estas medidas», ha expresado la organización empresarial a través de un comunicado.

La patronal ha recordado que el Gobierno creó esas figuras fiscales por razones de la crisis económica de la covid-19 y, ante la recuperación de la economía, ha subrayado que «parece innecesario insistir en el mantenimiento de estas figuras extraordinarias».

También ha remarcado que los impuestos extraordinarios a energéticas y banca recaudaron 2.900 millones de euros durante el ejercicio de 2023.

Patrimonio, sucesiones y donaciones

Junto a la eliminación de los gravámenes temporales a energéticas y banca, Foment ha reclamado la erradicación del impuesto al patrimonio, que califica de «único en su especie en Europa», y ha anunciado que está dispuesto a acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para eliminar ese tributo.

Asimismo, ante la intención del Ministerio de Hacienda de llevar a debate durante el mes de julio una eventual armonización del impuesto de Sucesiones y Donaciones, ha valorado que la iniciativa va en contra de las competencias de las comunidades autónomas y que se suma «a la carrera intervencionista del Gobierno central a nivel fiscal».