Placas solares en las azoteas del Museo Guggneheim Bilbao | ERIKA EDE

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El Museo Guggenheim Bilbao ha presentado este miércoles la instalación de 300 paneles solares en sus azoteas, que van a permitir un ahorro de en torno al 5% en el consumo eléctrico del Museo y cubrirán las necesidades de iluminación de todas las salas de exposición. Los paneles solares se han ubicado en las dos cubiertas más amplias del edificio de tal manera que no son visibles desde la calle y quedan integradas en su arquitectura.

En rueda de prensa, el director general del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, y el subdirector de Mantenimiento e Instalaciones, Rogelio Diez, han explicado que la conservación de la singularidad arquitectónica del edificio ha supuesto «un gran reto» en el desarrollo del proyecto. Además, ha indicado que el diseño, acorde con otros elementos como los lucernarios, ha contado con el visto bueno del arquitecto Frank Gehry y del Ayuntamiento de Bilbao.

De esta forma, se completa así el proyecto de paneles solares en las instalaciones del Museo Guggenheim Bilbao que se inició en enero de este año con la colocación de 90 placas fotovoltaicas en el almacén externo del Museo que están aportando una media del 30% de la demanda total de electricidad de este inmueble, aunque en los días soleados los paneles cubren la totalidad de las necesidades eléctricas del almacén.

La instalación fotovoltaica en las azoteas del edificio es una de las acciones recogidas en el plan de sostenibilidad ambiental 2024-2025, que incluye el compromiso de avanzar hacia la neutralidad en carbono para el año 2030. Se trata de un proyecto financiado por los fondos europeos - NextGenerationEU- gestionados por el Ente Vasco de la Energía.

Medición de la huella de carbono

En cuanto a otras iniciativas incluidas en el Plan de Acción para 2024-2025, han señalado que el Museo Guggenheim Bilbao es el primer museo a nivel internacional que mide su huella de carbono ?incluyendo las emisiones indirectas? y hace pública esta medición. Se trata de una de las principales iniciativas que el Museo lleva a cabo desde 2019, aumentando progresivamente su alcance.

Desde 2022 se calcula la huella de carbono completa de todas las exposiciones incluyendo su logística y museografía. En el 2023 la huella del Museo fue de 2561,84 toneladas de CO2 lo cual supone una reducción de un 12% sobre la media de las mediciones anuales del periodo 2019-2022 debido a las diversas medidas que se van incorporando.

El objetivo final es que al término del bienio se calculen las emisiones directas e indirectas de toda la actividad del Museo, incluyendo eventos, programas públicos, y la actividad del restaurante y la tienda. Compra del 100% de la energía eléctrica con origen renovable

Además, desde el 1 de junio de 2024 el 100% de la energía eléctrica aportada al Museo tiene un origen sostenible, lo que va a permitir que se reduzca en más de un tercio la huella de carbono del Museo.

Asimismo, el Museo ha reducido en un 35% su consumo de gas y en un 6% el de electricidad desde que en 2022 comenzara a aplicar parámetros de control de temperatura y humedad relativa más adaptados a las condiciones exteriores. Desde ese año el Museo lidera a nivel internacional este cambio en los estándares de conservación preventiva de las obras de arte lo que tiene «un gran impacto en las emisiones de CO2 de las grandes instituciones museísticas», han destacado.

En el último trimestre de 2024 el Museo avanzará aún más en la flexibilización de los parámetros de la humedad relativa de las salas de exposición siguiendo las recomendaciones del ICOM - Consejo Internacional de Museos, del IIC - International Institute for Conservation of Historic and Artistic Work y del International Group of Organizers of Major Exhibitions, también conocido como Bizot Group.

Museografía y logística sostenibles

Además, el Museo continúa con la investigación y testeo de materiales más ecológicos para las escenografías de las exposiciones. Este año, en la exposición de pequeño formato Aprendiendo a través del arte, se ha utilizado por primera vez pintura biodegradable y tableros de fibra de madera, reciclables al 100% con resultados positivos.

Durante el bienio se va a continuar probando distintos materiales con el objetivo de poder reutilizar y/o reciclar todos los elementos empleados en las escenografías de las exposiciones.

Asimismo, el Museo intensificará el uso de embalajes de alquiler en vez de cajas de nueva construcción, así como la supervisión virtual en el traslado e instalación de las obras que viajan entre instituciones, una tecnología implantada en 2020 que permite reducir los desplazamientos del personal.

Exposiciones y educación

A finales de 2025 el Museo inaugurará Artes de la Tierra, una exposición que busca incrementar la conciencia sobre los ecosistemas y el rol del arte como agente regenerativo en ellos, en particular a nivel del suelo, sus recursos y biotopos.

La muestra plantea «una relectura del arte internacional orientado al medioambiente de las últimas décadas», de forma que reune trabajos históricos desde 1970 hasta la actualidad abordando medios como la escultura, la instalaciónn, la fotografía, la imagen en movimiento y la performance.

En la gran mayoría de casos, las obras incluidas incorporarán elementos de fabricación local, y se potenciarán los transportes terrestres y de proximidad. Además de colaboraciones con artistas y estudios de diseño pioneros en el ámbito de la sostenibilidad, la exposición buscará sinergias con entidades locales comprometidas con la regeneración ecológica en el territorio.

Además de esta exposición, la programación artística, las actividades educativas y los programas públicos para los próximos meses contendrán elementos directamente ligados a la sostenibilidad ambiental, con talleres, conferencias, sesiones creativas, charlas con expertos y cursos específicos que desgranarán diferentes aspectos sobre la cuestión climática.

Según han señalado desde la pinacoteca bilbaína, el Plan de Acción para 2024-2025 «refuerza el firme compromiso del Museo Guggenheim Bilbao con la preservación del medio ambiente».

En este sentido, han destacado que el Museo «dedica un enorme esfuerzo a la implantación de tecnologías y métodos inspirados en una transición ecológica que contribuya a reducir los consumos energéticos y de materias primas, desarrollar proyectos de reciclaje y circularidad y promover actividades que contribuyan a la sensibilización de sus visitantes y su comunidad».