Así, el responsable del operativo ha informado de que ha habido puntos calientes, pero todos los que estaban más cerca del perímetro se han visitado durante la noche y se han podido sofocar «sin ningún tipo de complicación».
De este modo, los medios de extinción están distribuidos en tres sectores: uno en el flanco izquierdo y dos en el flanco derecho, que es el que más preocupaba por la orografía y la existencia de combustible.
El operativo de extinción ha contado también con la nodriza de la Diputación Provincial de Teruel (DPT), los medios de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que todavía están en el incendio, y cuatro cuadrillas del Gobierno de Aragón.
La previsión es que los medios aéreos no se incorporen ya que, en este momento, no hay ni siquiera focos que estén humeando o dando problemas. En todo caso, si hicieran falta, la base «está muy cerca y podrían desplazarse muy rápidamente».
En cuanto a la jornada de este martes, Ferrán ha recordado que va a volver a ser de nuevo un día «con bastante calor», aunque hay posibilidad de precipitaciones a mediodía que, si no se dan, pueden traer «algo de inestabilidad».
No obstante, ha insistido en que todavía no pueden dar por estabilizado el incendio, a la espera de recabar «toda la información» y hacer el relevo con el director de extinción entrante. El Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) se reúne de nuevo esta mañana en la sede del Gobierno de Aragón.
El perímetro afectado a última hora de la tarde del lunes eran unas 280 hectáreas, de las que el 60% era terreno forestal y el 13%, agrícola. El Seprona y los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) están trabajando para esclarecer la causa del incendio, si bien de momento no ven intencionalidad.
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