El director general de Tributos, Francisco Pozuelo, durante su comparecencia en las Cortes. | CORTES DE ARAGÓN

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El director general de tributos del Gobierno de Aragón, Francisco Pozuelo, ha estimado que el Gobierno de Aragón puede acabar recaudando cerca de 12 millones de euros por los impuestos medioambientales de nueva creación para los parques eólicos --8,5 millones recaudados-- y parques fotovoltaicos --3 millones--. Una cifra que se desvía de los 20 millones estimados en un principio --12 millones a las eólicas y 8 a los parques fotovoltaicos--.

Esa previsión, que Pozuelo «habría clavado dentro de un mes», apunta un «descenso notable», tal y como ha reconocido el director general, al que no le parece que ello traiga «consecuencias preocupantes ni mucho menos dramáticas» por la compensación con el buen ritmo recaudatorio de otros impuestos como los de Patrimonio, Sucesiones o el de Transmisiones Patrimoniales, «fundamentalmente por la buena marcha de la actividad inmobiliaria, lo que crea una holgura suficiente como para compensar muy sobradamente la pérdida recaudatoria que podamos tener por esta diferencia», ha asegurado.

El desvío lo ha atribuido a la falta de información cuando se establecen las grandes cifras, a la tardía entrada en vigor de los tributos y a las modificaciones normativas.

«Se han ido depurando los censos y ya contamos con mejor información sobre las dimensiones de los postes, de los rotores, de las superficies, en el caso de los parques fotovoltaicos. Y hemos podido incluir o eliminar parques, con lo que la recaudación variaría», ha relatado.

En cuanto a la entrada en vigor, Pozuelo ha explicado que la ley se hizo contando con que el reloj se pudiera poner en marcha en febrero, «pero como mínimo se ha perdido la recaudación de marzo, abril y mayo sobre una recaudación de 11 meses y el impuesto no podía exigirse por todo el año natural ante el riesgo del vicio de retroactividad».

El director general ha comparecido en la Comisión de Hacienda, Presupuestos, Interior y Administración Pública a continuación del consejero Bermúdez de Castro atendiendo las solicitudes de PSOE, CHA e IU para dar cuenta precisamente del rendimiento de esas nuevas figuras tributarias que se suman a otras como la del IMAR, que alcanza los 64,5 millones de euros, el de aprovechamientos hidroeléctricos, cerca de los 17 millones o el impuesto de líneas de alta tensión, «por el que se ha venido recaudando 2 millones y que con las modificaciones normativas puede crecer hasta un 50%», ha detallado Pozuelo. Para el año que viene, eso sí, el director general ha estimado que la previsión total de ingresos por los dos nuevos impuestos medioambientales --solar y eólica-- puede irse a los 22 millones de euros.

El objetivo desincetivador, en cuestión

Por el PSOE, Óscar Galeano ha lamentado que, «con tantos cambios normativos se fuera perdiendo recaudación por el camino» y ha recordado que el Gobierno estableció que estos impuestos medioambientales «vendrían a compensar» lo que se dejaría de ingresar por las rebajas en otros impuestos, tal y como apuntó la AIREF, algo que «ya no será posible».

Desde VOX, Fermín Civiac ha afeado que la ley no se aprobase «tal y como se pactó con VOX» por cuanto «a nuestras espaldas se acordó una rebaja a la energía fotovoltaica con el PSOE» en un contexto de «sobreoferta» de energía renovable. Civiac ha lamentado que, al margen de recaudar menos de lo previsto, tampoco esta ley consigue «desincentivar la proliferación indiscriminada» de este tipo de instalaciones, «ni favorecer la modernización y actualización de las instalaciones». «Ni recaudamos ni desincentivamos», ha resumido.

Por Aragón-Teruel Existe, María Pilar Buj ha lamentado que «para este viaje no hacían falta estas alforjas». La parlamentaria ha recordado que en su grupo «no considerábamos este un impuesto medioambiental porque una parte importante debe ser disuasoria» y, con esta ley «perdimos una grandísima oportunidad porque, al final, quien más paga, más contamina».

Desde CHA, José Luis Soro ha agradecido la concreción del compareciente y ha relativizado la importancia de recaudar menos porque para su grupo «la finalidad de un impuesto medioambiental ha de ser incentivar un desarrollo sostenible de las renovables».

Álvaro Sanz (IU) también ha agradecido la transparencia y le ha preguntado por las proyecciones a futuro ante la preocupación que para su formación supone la merma recaudatoria, especialmente ante proyectos como los del Maestrazgo, «que no se está grabando debidamente» y más «tras las reuniones entre la vicepresidenta y el propio consejero de Hacienda con determinados representantes de la industria, de las energías renovables de manera previa a la tramitación de la ley».