Así lo ha destacado la presidenta durante el acto solemne de apertura del curso universitario 2024/2025, que se ha celebrado en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid, donde ha defendido que la región aspira a consolidarse «como la capital de los estudios superiores en español» y que «esto se refleje en las clasificaciones internacionales, en la atracción de investigadores y profesores, y en los resultados».
«Debemos devolver las aulas y las cátedras a los mejores», ha subrayado la mandataria, quien ha alertado contra «algunas ideologías» que «buscan romper esos puentes» entre «la universidad, la investigación y la empresa».
Como ha explicado, estos retos son los que han llevado a su Gobierno a promover esta norma que ha definido como «valiente», la cual regulará «todas las enseñanzas superiores» y conectará «la universidad con la Formación Profesional, la formación dual y la empresa». Una ley, ha insistido la presidenta, «a la a altura de los tiempos» y que «se adelante al futuro de los estudios superiores».
En cuanto a los «excesos ideológicos» de la LOSU, Díaz Ayuso ha abogado por «compensar» dentro de las competencias autonómicas esta situación, así como «el intervencionismo y la imprevisión presupuestaria», pero «sin dejar de cumplir nunca la ley».
«Debemos luchar contra la politización de las instituciones. Se eliminó el requisito de ser catedrático para optar al cargo de rector. Nosotros, en el ejercicio de nuestras competencias, y buscando recuperar el prestigio y la excelencia en el gobierno de las universidades, proponemos que los candidatos a rector estén al menos acreditados para ser catedráticos», ha abundado en referencia a la LOSU.
El "reto" de la financiación
La jefa del Ejecutivo regional ha señalado que la Ley abordará, en primer lugar, «el reto de la financiación», para lo que la nueva norma propone un modelo plurianual y revisable cada cinco años, con «una financiación básica para el normal funcionamiento de la universidad, una financiación por necesidades singulares, y una tercera aportación por objetivos, que sería adicional, opcional y competitiva».
Asimismo, ha apostado por «captar financiación, pública y privada, buscando nuevas fórmulas y proyectos europeos», así como «dar las herramientas para dinamizar los equipos de investigadores; fomentar la transferencia de resultados a la sociedad a través de la generación de patentes licenciadas a la industria; incentivar la internacionalización de la universidad a través de la presencia en proyectos, redes, o publicaciones científicas de alto nivel, y evitar que los investigadores se vean frenados por el exceso de burocracia».
En materia de investigación, Díaz Ayuso ha avanzado que junto a las ayudas César Nombela, en este curso se impulsará un nuevo programa, el IMDEA Gabriella Morreale, que permita llevar a cabo proyectos estratégicos «capaces de atraer inversión, generar puestos de trabajo en áreas avanzadas y especializadas y obtener grandes beneficios para la sociedad».
La implantación de esos proyectos se canalizará, ha explicado la presidenta, a través de la nueva Oficina regional de innovación tecnológica, dentro de una estrategia de I+D global y coordinada.
Isabel Díaz Ayuso ha defendido también la importancia de «combatir la endogamia» en la universidad para que ésta sea «libre» y ofrezca estudios «de calidad». Al mismo tiempo, ha llamado a «favorecer la llegada de profesores de otras regiones y países», especialmente Hispanoamérica, «con seguridad jurídica y evitando la hiperregulación».
En este sentido, ha confirmado que «éste será el primer curso en el que los estudiantes hispanoamericanos paguen la misma matrícula que los españoles y el resto de los europeos comunitarios», dentro del objetivo de «potenciar el español como lengua de educación superior».
Reforzar la exigencia y garantizar las prácticas
Para «reforzar la exigencia» académica como forma «a prestigiar los grados», Díaz Ayuso ha asegurado en su intervención que «ningún alumno se quede» sin prácticas, para lo que se potenciará «todo aquello que ayude a conectar la universidad con el mundo profesional».
Isabel Díaz Ayuso ha remarcado también el «compromiso» de su Gabinete para que «ningún alumno deje de estudiar en la universidad por motivos económicos», al hilo de lo cual ha hecho un repaso de la política de becas de la Comunidad de Madrid.
En este curso, ha recordado la presidente, la partida destinada a becas socioeconómicas universitarias «se ha duplicado», hasta alcanzar los seis millones de euros. «Hemos mejorado los procesos de tramitación y ejecución de las becas de discapacidad, lo que nos ha permitido alcanzar el récord de becas concedidas, para casi 500 beneficiarios», ha defendido Díaz Ayuso, quien ha precisdao que, al mismo tiempo, se ha favorecido la internacionalización de los alumnos con el nuevo programa Erasmus Plus, con una partida de dos millones de euros.
A becas de excelencia académica que se otorgan a más de 3.200 alumnos «brillantes», Díaz Ayuso ha añadido, «por primera vez en este curso», las becas de excelencia académico-deportiva, con un presupuesto de 525.000 euros y 250 potenciales beneficiarios, destinadas a jóvenes capaces de «hacer compatible el éxito en sus estudios con las exigencias de la competición deportiva de alto nivel».
Por último, la presidenta de la Comunidad ha aprovechado su intervención en el acto para volver a reivindicar el proyecto de prueba de acceso a la universidad, la EvAU, «común en criterios de corrección, exigencia y fechas». «Un paso fundamental en favor de una selectividad nacional», ha sentenciado Díaz Ayuso.
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