El ex director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén ha defendido este lunes en el juicio que celebra la Audiencia de Sevilla en su contra y además contra el exalcalde de Lebrija Antonio Torres García (PSOE), por presunta prevaricación y malversación en la contratación «arbitraria» del citado ex primer edil, que este último era un «personal de confianza» asignado a su propia dirección y que aunque el mismo carecía de despacho, sí tuvo un «servicio real».
En la nueva sesión de este juicio que celebra la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, Fernando Villén ha explicado que a finales de junio de 2003, --después de que las elecciones municipales de aquel año se saldasen en Lebrija con un relevo en la Alcaldía tras 24 años con el socialista Torres García como primer edil, fue este quien entró en contacto con él y se «presentó» para ofrecer sus «servicios».
Recordemos que sobre Fernando Villén pesa ya una condena a seis años de cárcel por delito continuado de malversación en concurso con falsedad en documento oficial en concepto de inductor, por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la Faffe, perteneciente a la Junta de Andalucía.
Fernando Villén ha expuesto que Antonio Torres García era «un personaje público muy conocido» por su prolongado papel como alcalde de Lebrija y como presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, con una «experiencia» reconocida por agentes públicos y privados.
Un currículo "bastante interesante"
Este acusado ha manifestado además que en un marco en el que la Faffe necesitaba «buscar recursos» económicos «externos» a la propia Administración andaluza, Torres García presentó una «consolidada agenda de contactos» en las instituciones públicas y empresas, así como una «gran trayectoria» y conocimiento, que resultaba «bastante interesante» a la hora de captar fondos en el «maremágnum» que por aquel entonces constituían instrumentos de financiación como los fondos estructurales o el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
«Había que buscar recursos como fuese», ha manifestado, defendiendo así la contratación del recién salido de la Alcaldía Antonio Torres como director de «Recursos Externos» de la Faffe, atribuyendo al área de Recursos Humanos el hecho de que en su primer contrato figurase el puesto de gestor de recursos municipales, extremo este último señalado por el fiscal Fernando Soto.
Fernando Villén ha admitido además que el exalcalde socialista de Lebrija no accedió a la plantilla de la Faffe por las «tres vías» con la que la entidad incorporaba a trabajadores, que eran el portal del empleado de la empresa, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) o la publicidad de los puestos en los medios de comunicación; detallando a preguntas del fiscal que Antonio Torres fue incorporado «con contrato laboral de mando» o sea «rango directivo», para «captar recursos exteriores».
Según sus palabras, en la Faffe pesaba la necesidad de lograr «fondos» para su funcionamiento a partir de 2024 y si para «buscar» a alguien que se encargase «sacaba el contrato» a concurso público, no habría resultado con la «rapidez» necesaria.
SIN FIGURAR EN EL ORGANIGRAMA
Y mientras el fiscal le ha reclamado aclarar por qué dicha dirección de Recursos Externos no figuraba en el organigrama de organización elevado al patronato de la Faffe, el exdirector de la entidad ha defendido que Torres García estaba «asignado» a la dirección general que él mismo ejercía en la Faffe. «Estaba asignado directamente a mí», ha alegado.
También ha defendido que pese a su cargo directivo, Torres García no contase con despacho en la Faffe, explicando que por «el tipo de trabajo quedando con gente y consiguiendo recursos, no necesitaba una ubicación permanente» en la sede de la Faffe. «Teníamos reuniones en mi despacho con mucha frecuencia y él planteaba continuamente ideas», ha defendido, asegurando que el exalcalde prestó un «servicio real» en la Faffe, pero precisando que «no era costumbre levantar acta» de tales encuentros.
Según la investigación judicial del caso, el exalcalde «ni tan siquiera acudía a la sede de la fundación, ni desempeñaba trabajo alguno, aunque se procuró tarjetas de visita o presentación», de forma que «la escasa actividad realizada, limitada a puntuales contactos con algún político o autoridad», la llevó a cabo «siempre» desde su domicilio".
«Mi despacho es tuyo», ha dicho de su lado Fernando Villén rememorando unas palabras que según su declaración trasladó a Torres, exponiendo que al ingresar en la Faffe, al exalcalde lebrijano le fue ofrecido «móvil corporativo, un ordenador que no quiso» y una dirección de correo electrónico, , cuya ausencia le ha extrañado al señalar el fiscal que «no consta» una dirección de la Faffe a nombre de Torres García. Según el acusado, tal extremo devendría de que «no la usaba».
LOS COMITÉS DE DIRECCIÓN
Y mientras según la investigación Fernando Villén habría creado la Dirección de Recursos Externos dentro de la Faffe para asignar tal área presuntamente ficticia al exalcalde socialista de Lebrija, coincidiendo los testigos en que Torres no asistía a los comités de dirección de la entidad, Villén ha dicho que era él quien decidía a quiénes se convocaba a dicho órgano y «no tenía sentido» que Torres García participase de dichas sesiones como director de Recursos Externos.
También ha justificado la ausencia de firma de Torres García en los convenios, asegurando que por sus funciones no le correspondía y defendiendo que gracias al exalcalde, la Faffe firmó convenios para diferentes programas con el Ministerio de Defensa, la Asociación de Jóvenes Empresarios o la Fundación Konecta, entre otras entidades, porque Torres hizo un «servicio real» a la entidad.
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