El Lehendakari, Imanol Pradales, ha abogado por «una memoria inclusiva, crítica y ética», que incluya un reconocimiento del daño injusto causado, este domingo, 10 de noviembre, en el que celebrará su Día de la Memoria como presidente del Gobierno Vasco. Afirma que su quehacer institucional contribuirá a «consolidar una convivencia plural, integradora y comprometida con los derechos humanos».
Además, ha asegurado que contribuir a «consolidar una convivencia plural, integradora y comprometida con los derechos humanos» debe ser «una prioridad cotidiana» en su quehacer institucional, y que también interpela «permanentemente a todos los responsables y agentes públicos, políticos, sociales y económicos de Euskadi».
Pradales ha realizado estas reflexiones, en un artículo titulado 'Memoria democrática, memoria para la convivencia', publicado en redes sociales y recogido por Europa Press.
«La memoria nos remite siempre a un terreno complejo porque evoca lo vivencial, lo emotivo, lo afectivo; y las experiencias y sus socializaciones son siempre diferentes e incluso contrapuestas. La pluralidad es, por tanto, una característica consustancial y conformadora de la memoria, como lo es, asimismo, de la democracia», destaca.
A su juicio, «esa complejidad no significa renunciar al anhelo de compartir objetivos y de consensuar los cimientos sobre los que construir la memoria que necesita la Euskadi de hoy». «La memoria se debe construir sobre principios y valores éticos y democráticos. Debe asentarse sobre la verdad y el conocimiento riguroso de lo ocurrido, no puede dejar de reconocer a todas las víctimas y debe defender la dignidad de la persona y los derechos humanos», ha añadido.
Imanol Pradales ha subrayado que hay que «abrazar el respeto y la pluralidad de ideas, deslegitimar toda expresión de terrorismo y violencia, y comprender y construir la convivencia».
«He sentido siempre una obligación personal, además de política o institucional, con el recuerdo y la memoria de las víctimas, de cada persona individual y de todas las que padecieron la siempre injusta vulneración de los derechos humanos más fundamentales como consecuencia de décadas de terrorismo y de violencia de motivación política», ha manifestado.
Asimismo, ha explicado que ha sentido «una obligación ética y moral por cada víctima y sus familiares, todas y todos padecieron una injusticia real, diaria, inusitada; un sufrimiento y dolor inmensos».
«Hoy, en mi primer Día de la Memoria como Lehendakari, siento el deber sincero de mostrar cercanía a las víctimas, honrar su recuerdo y contribuir a construir la convivencia en nuestro país. También la necesidad de abogar por una memoria honesta, que incorpore a todas las víctimas, que reconozca con verdad el daño injusto causado», ha remarcado.
La memoria que pretende el Lehendakari no es «revanchista», pero sí «crítica y autocrítica» y que «supere los relatos autojustificativos y autocomplacientes». Por ello, reclama «una memoria sin discriminaciones ni olvidos, integradora, ética, orientada a la no repetición y a la deslegitimación de toda violencia».
Su quehacer institucional
«Siento que contribuir a consolidar una convivencia plural, integradora y comprometida con los derechos humanos debe ser una prioridad cotidiana en mi quehacer institucional, un quehacer que nos interpela permanentemente a todos los responsables y agentes públicos, políticos, sociales y económicos de Euskadi», ha asegurado.
En este sentido, cree que no se puede «titubear» a la hora de «favorecer una convivencia basada, con absoluta claridad, en una memoria crítica que, sobre una base ética firme y el respeto y defensa de los derechos humanos, ayude a avanzar y a profundizar en la convivencia pacífica y democrática de nuestro pueblo».
«En este Día de la Memoria, comparto mi compromiso con el reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneraciones de derechos humanos, mi compromiso con la verdad de los hechos, fortaleciendo los valores del respeto a la dignidad humana, la igualdad de derechos y oportunidades, la justicia y la libertad. En definitiva, mi firme compromiso con la construcción de una memoria inclusiva, crítica y ética», ha enfatizado.
Para Pradales, «también es oportuno mirar al futuro», y de adquirir un compromiso «con las generaciones más jóvenes que, afortunadamente, no han vivido este pasado violento». «Sin embargo, protagonizarán el modelo de convivencia futuro y les asiste el derecho de mirar a este pasado y articular su propio relato», ha indicado.
El Lehendakari considera que recordar de manera crítica el «pasado de sufrimiento» en Euskadi «coadyuvará a la identificación y puesta en valor de principios y actitudes que refuercen la democracia». «No vivimos una coyuntura global favorable, pero quizá, por ello, resulta más pertinente y necesario. Nos concierne a todas y a todos», ha aseverado.
Imanol Pradales hace suyos los principios del documento 'Begiradak', presentado hace dos años, que aboga por el «no olvido público, no relatos autojustificativos, pluralidad de memorias, revisión crítica del pasado, verdad de los hechos, conocimiento y comprensión», además de «autocrítica, responsabilización y no justificación».
Otros de los valores que incluía ese texto y que el Lehendakari hace suyos son: «mirada ética, reconocimiento de todas las víctimas, memoria pedagógica, valores éticos y democráticos, justicia, Derechos Humanos, respeto, empatía, diálogo y futuro con memoria».
«Este es mi compromiso personal, consciente y sincero con la sociedad vasca de hoy que mira al ayer para trabajar por un futuro de respeto y convivencia en paz», ha concluido.
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