Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia en Alfafar, a 4 de noviembre de 2024 | CONSORCIO PROVINCIAL DE BOMBEROS DE VALENCIA

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Bomberos del Consorcio Provincial de Valencia han asegurado que el pasado 29 de octubre, día de la dana, se vieron «absolutamente desbordados» por «falta» de personal y de «una directriz clara». «Estábamos mal y la dana nos ha acabado de ahogar», han sostenido, al tiempo que han resaltado que «es muy frustrante querer ir a ayudar y no poder» por contar con unos medios «escasos».

«En el momento le salvas la vida a una persona, cualquier inversión económica ya ha valido la pena», han hecho hincapié, durante una rueda de prensa convocada este lunes por UGT Serveis Públics, y han insistido en que el cuerpo de bomberos sufre una «infradotación económica» que los trabajadores llevan reclamado revertir desde hace años".

El día de la dana, han aseverado que el primer rescate tuvo lugar a las 6.44 horas en la N-322 en el término municipal de Requena. «(Carlos) Mazón, en su comparecencia --en Les Corts-- el día 15 --de noviembre-- dijo que el primer rescate de los bomberos del Consorcio fue a las 14.29. Ese rescate se produjo en Utiel, en la calle 2 de mayo. Pero el primer rescate urbano tuvo lugar diez horas antes», ha remarcado el secretario general de la sección sindical de UGT del cuerpo de bomberos, Marcel Montero.

Asimismo, el delegado sindical de UGT, sargento Gregori Fayos, que trabajó durante aquel día en la central, ha apuntado que «de 8.00 de la mañana del día 29 a 8.00 de la mañana del día 30» se registró «una entrada continua de llamadas en sala procedentes del 112». «Terminé el día 30 sin parar ni un segundo y ese día se quedaron 1.700 llamadas en cola sin atender». «Era una llamada detrás de otra, con gente que se estaba ahogando en ese mismo momento», ha agregado el responsable del sindicato de bomberos de UGT, Antonio Segovia.

Precisamente, Segovia y sus compañeros estaban de guardia el día 29 en la zona de Paterna-Burjassot-L'Eliana y «sobre las 12 horas aproximadamente» se trasladaron a Quart de Poblet y Manises para realizar rescates de «familias y coches atrapados en ramblas». «A partir de ahí ya fue un no parar», ha afirmado, a la vez que ha lamentado que «el problema» fue que en «ningún momento» se les habló de «desbordamientos, grandes avenidas de agua ni nada de ese estilo». «No éramos conscientes de la magnitud de lo que se nos venía encima», ha apostillado.

«A partir de las 17.00 empezó a aumentar un montón el número de servicios en las zonas de Chiva, Cheste, Godelleta», ha explicado Segovia, quien se desplazó a un rescate en Chiva y, posteriormente, a la A-3, donde se quedó atrapado tras el desbordamiento del barranco del Poyo. «Estábamos aislados por una isla de agua, de noche, lloviendo y sin información. Cayeron las comunicaciones, no teníamos acceso a central», ha subrayado, y ha puntualizado: «Llevábamos ya por lo menos una hora atrapados cuando sonó el aviso».

En este punto, Gregori Fayos ha destacado que durante la jornada «hubo diferentes autorescates» y «se tuvo que ir a sacar dotaciones de bomberos de sitios que no podían salir los propios bomberos».

"falta de personal del 16%"

Por su parte, el cabo y coordinador del grupo de rescate GERA, Vicent Alapont, ha recalcado que «la magnitud de la tragedia que ha ocurrido en Valencia está muy por encima de cualquier capacidad operativa de cualquier servicio del mundo». «Pero es innegable que, cuantos más recursos tiene ese servicio y, en definitiva, cuanta más pasta destinas a tener un servicio potente, la respuesta va a ser mejor», ha apostillado.

«Eso no ha pasado aquí históricamente. Yo llevo 20 años de bombero, y aquí pocos han sido los que han decidido meter algo de pasta al consorcio. Y por eso, ni tenemos personal ni tenemos material suficiente», ha agregado, y ha reiterado que esta tragedia «está muy por encima de las capacidades». «Aunque hubiera habido un camión en cada boca de calle de cada pueblo de los afectados, no hubiéramos llegado al final de la calle», ha ejemplificado.

A su vez, Fayos ha expuesto que, «si la plantilla estuviese al 100%, hubiera habido más refuerzos en los parques, más gente en los parques, y hubiera salido más gente a hacer más rescates» y «la respuesta hubiera sido mucho más efectiva». «Año tras año tenemos una falta de personal del 16%», ha denunciado.

El delegado sindical de UGT Helios Martín ha añadido que el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia sufre un «problema estructural» pues «no se convocan las plazas de cabo, sargento y oficiales» y «en especial las plazas de inspector», pues actualmente el cuerpo «tiene solamente dos inspectores y hay presupuestadas otras seis plazas». «No sabemos exactamente por qué, no sabemos cuál es la intención», ha manifestado.

«Esta es una forma de tener un control político sobre la dirección del Consorcio, porque si tuviéramos, por ejemplo, todas las plazas de inspectores cubiertas, sería más difícil controlar la gestión, porque se podrían hacer fuertes entre ellos a la hora de decir cuáles son las necesidades básicas del servicio, que hoy por hoy no están cubiertas ni se planea cubrirlas», ha sostenido.