Archivo - La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia | Carlos González - Europa Press - Archivo

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La delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha advertido de que la solución a la complicada situación económica de Astilleros Balenciaga, «tiene que venir de la mano de todas las instituciones, no solo del Gobierno de España, sino también del Gobierno vasco y de la Diputación de Gipuzkoa, para que el proyecto sea viable».

Garmendia ha explicado, en declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse con el comité de empresa del astillero guipuzcoano, que ha trasladado a los representantes de la plantilla que los ministerios de Economía y de Industria «están trabajando para buscar, valorar y analizar todas las alternativas posibles, dentro del marco legal, para mantener los puestos de trabajo y la actividad» de la empresa.

La delegada del Gobierno ha precisado que esa solución ha de ser «eficiente, factible y asumible por todas las partes». «Hay que recordar que Balenciaga ya ha contado con el apoyo del Estado en momentos muy complicados para la empresa durante la pandemia del covid», ha indicado.

Garmendia ha recordado que esa ayuda consistió en un préstamo de cerca de doce millones de euros con el objetivo de implementar un plan de viabilidad en 2022, sobre el que ha indicado que «no se ha cumplido».

La delegada del Gobierno ha afirmado que el Ejecutivo central «está trabajando para encontrar una solución dentro del marco legal, en la que el Ministerio vaya de la mano de otras instituciones, como el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa, para que Astilleros Balenciaga pueda reorganizarse y reflotarse».

«La solución tiene que ser posible, factible y asumible, y tiene que venir de la mano de todas las instituciones, no solo del Gobierno de España, sino también del Gobierno vasco y de la Diputación de Gipuzkoa, para que este sea un proyecto económico viable», ha advertido.

Diferentes versiones

Garmendia ha añadido que «en estos momentos es más importante que nunca la prudencia», por lo que ha rechazado realizar «manifestaciones que puedan entorpecer esa solución posible». «No todo es blanco y negro, hay muchos grises y la gerencia de la empresa tendrá su versión», ha indicado.

En todo caso, ha subrayado que es necesario tener en cuenta también «la versión del Ministerio y de otros agentes». «No solo el Ministerio es acreedor, también hay entidades bancarias con las que [el astillero] tienen deudas más importantes que las del propio Ministerio», ha añadido.

La delegada del Gobierno ha recordado que el marco legal por el que se regulan las ayudas europeas que recibió Balenciaga durante la pandemia establece una serie de «obligaciones», que «ponen límites a las actuaciones de las administraciones públicas, en este caso del Gobierno de España, a la hora no solo dar esos préstamos, sino también de recuperarlos».

Garmendia, en referencia al rechazo de Confides al plan de reestructuración del astillero, ha indicado que esta sociedad público-privada que ofrece financiación a medio y largo plazo a inversiones privadas, «no está haciendo nada que no esté amparado y fijado como obligatorio por la regulación y la normativa europea».