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Un guardia civil ha declarado en el juicio contra Emilio R. M., apodado 'El Loco', que su entonces pareja e hija de la mujer descuartizada en julio de 2021 habló de unas maletas durante la entrada y registro del domicilio en el que convivían con la fallecida en Chapinería y en cuyo sótano se llevó a cabo el asesinato tras una fuerte discusión.

El juicio por estos hechos ha continuado esta mañana con la testifical de los agentes que practicaron la entrada y registro y los que trasladaron a Emilio a dependencias de la Benemérita del puesto de Navas del Rey.

Al acusado se le detuvo el 4 de agosto, días después del crimen de su suegra. Confesó los hechos y exculpó a su pareja, quien entonces se negó a declarar ante la Guardia Civil. África se sienta en el banquillo de los acusados a instancias de la familia, a través de la acusación particular, mientras que la fiscal retiró la acusación. El letrado de la acusación solicita tanto para Emilio como para la acusada la máxima pena, una prisión permanente revisable.

«Las maletas, las maletas», le habría comentado la mujer a un guardia civil durante la citada diligencia, un dato al que el agente no dio importancia y no hizo constar en el acta de entrada y registro. «Estaba muy nerviosa, no paraba de llorar y de fumar», ha señalado a preguntas de la fiscal durante su declaración ante el tribunal.

Al abogado de África le llama la atención este extremo dada la importancia que tendría ese comentario en el caso de que fuera cierto, ya que Emilio trasladó el cadáver en unas maletas para posteriormente enterrar el mismo en diferentes bolsas de plástico a unos metros de la finca.

Durante la instrucción, el acusado manifestó que la cabeza de la víctima, de 73 años, «se la habían llevado las alimañas». El crimen se produjo el fin de semana del 25 de julio de 2021. El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado semienterrado en un paraje a las afueras de esta localidad. La cabeza nunca ha aparecido.

Con un hacha

Ayer, la instructora del atestado de la Guardia Civil detalló que el 4 de agosto de 2020 se recibió una llamada de una persona alertando del hallazgo de restos humanos en un paraje de Chapinería. El cadáver se correspondía al de María Luisa Camacho, quién constaba como desaparecida.

Así, se autorizó la entrada y registro en la vivienda de la misma y los agentes hallaron sangre en el sofa, en un cuchillo guardado en la cocina y en una llave inglesa. Tras ello, se ordenó la detención de Emilio, quien confesó el crimen y detalló como lo hizo.

El escrito del fiscal señala que entre las 17 horas del 23 de julio de 2020 y las 12 del 25 de julio de ese mismo año el acusado, que residía en el domicilio de la madre de su pareja sentimental situado en Chapinería, se abalanzó «sorpresivamente» sobre la víctima mientras estaba sentada en el sofá de su vivienda.

Acto seguido, le asestó una puñalada con un cuchillo en el cuello, causándole una serie de lesiones que le produjeron la muerte. Para llevar a cabo la agresión E. R. M. se valió de su «superior fuerza» así como de su «complexión física» dada la diferencia de edad entre el acusado y la víctima.

Durante la investigación policial, manifestó que la discusión previa al crimen se produjo después de que su suegra les llamara okupas y les pidiera que se fueran de su casa.