Esteban, que ha comparecido en rueda de prensa en la sede de Sabin Etxea de Bilbao en el día de la Constitución, ha destacado «los problemas y dificultades» que supone la Carta Marga para «determinadas aspiraciones del pueblo vasco».
El dirigente jeltzale ha recordado que menos del 40% del censo electoral vasco apoyó el texto constitucional en referéndum. Por ello, considera que «no se puede decir que Euskadi apoyó» la Carta Magna, y ha subrayado que «contrasta de una manera muy llamativa» con lo que ocurrió en el resto de territorios del Estado.
Para el PNV, «el defecto principal de la Constitución es el no reconocimiento de la nación vasca y de su capacidad para poder decidir libremente su futuro». Al contrario, cree que solo pone «dificultades» para estas reivindicaciones.
El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso ha destacado que llama la atención que «en una Constitución, que se proclama como moderna, avanzada, occidental, que se imbrica en lo que es el puro derecho constitucional europeo, no se limite la inviolabilidad del rey o que sigan siendo las fuerzas armadas las garantes de la unidad del Estado».
A su juicio, también «llama la atención que algunos de los artículos que pudieran tener un potencial para poder solucionar desencuentros y canalizar importantes acuerdos políticos a futuro, no se desarrollen en tal sentido, sino que, al revés, vean constreñido su significado», en alusión a la disposición adicional primera.
Aitor Esteban ha destacado que si se hace de ella «una interpretación amplia y generosa podría dar lugar a acuerdos políticos duraderos que facilitaran la imbricación» de la sociedad vasca en el Estado. Sin embargo, ha censurado que la jurisprudencia constitucional y los partidos políticos hayan «restringido la interpretación de dicha disposición adicional».
Competencias
También ha lamentado que la Constitución limite a Euskadi la posibilidad de tener competencias en ámbitos que le son «absolutamente necesarios y que son reclamados por la sociedad vasca», como por ejmeplo, en el ámbito judicial o en el ámbito laboral.
«Todos sabemos que la dinámica patronal y sindical en Euskadi es diferente a la del resto del Estado, pero sin embargo la Constitución no pone nada fácil que podamos tener competencias en esta materia», ha indicado.
Asimismo, ha denunciado que el texto constitucional haya sufrido «una degradación de su significado inicial en muchos de sus títulos y de sus capítulos». «Hoy en día, no hay competencia, no hay ámbito competencial que escape de la regulación que podría hacer el Estado», ha subrayado, para precisar que «esto no es porque lo diga la Constitución».
De hecho, ha apuntado que «en muchos estatutos de autonomía se habla de competencias exclusivas, pero a través de la jurisprudencia constitucional, al final, la interpretación que se ha hecho es que el Estado, en cualquier caso, puede llegar a intervenir, a veces, de manera legislativa, reglamentaria, y otras veces directamente desde el Ejecutivo».
«Desde luego, uno de los ámbitos en los que más se ha notado es el ámbito social, en los que las competencias residían de manera exclusiva en las comunidades autónomas. Este ámbito social se ha convertido en parte de la agenda diaria, semanal, del Gobierno, y de la intervención radical, no a partir de bases genéricas, sino yo diría que en algunas legislaciones llegando a lo reglamentario y al detalle y, de esta manera, influyendo en las competencias de las comunidades autónomas», ha añadido.
Europa
Esteban se ha referido a la evolución que ha experimentado Europa después de la entrada del España y más en los últimos 15 años, en los que el Estado «se ha aprovechado de esa interlocución única que mantiene con la Unión Europea y deja apartadas a las comunidades autónomas».
El dirigente jeltzale ha manifestado que es ahora cuando Euskadi ha logrado estar presente en el Ecofín después de tantos años. «Aun así, quien mantiene la relación en todos los ámbitos es el Estado y desde Europa cada vez se influye más en competencias que no sólo son estatales, sino también autonómicas», ha explicado.
Según ha criticado, «donde se pone el acento y quien propone hacia dónde tienen que ser dirigidas» las políticas, «en el caso del Estado español, es únicamente la administración estatal», mientras que las comunidades autónomas «poco o nada tienen que decir». «Por lo tanto, es una Constitución ampliamente mejorable y no suscita ningún entusiasmo en el PNV», ha aseverado.
El empeño de los jeltzales, tal como ha comprometido, «va a seguir siendo ser la voz de la ciudadanía vasca para reconocer a Euskadi como nación dentro del Estado español y para dotarle de una manera clara y exclusiva de los instrumentos» que necesita.
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