Científicos de la Fundación Carlos Simón, INCLIVA y la Universitat de València descubren mecanismos moleculares clave para entender las alteraciones del útero que causan la preeclampsia | INCLIVA

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Un estudio liderado por la doctora Tamara Garrido, de la Fundación Carlos Simón y el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, junto a la Universitat de València, ha arrojado nuevas luces sobre las causas de la preeclampsia, una complicación del embarazo que afecta al 8 por ciento de las gestaciones.

Publicado en la prestigiosa revista 'Nature Medicine', el trabajo marca «un hito» en la comprensión de esta enfermedad, que hasta ahora solo puede tratarse mediante el parto o cesárea urgente, dando lugar a nacimientos prematuros que ponen en peligro la salud de la madre y el feto, según ha informado el instituto en un comunicado.

La decidualización es un proceso crucial que prepara el revestimiento del útero, conocido como el endometrio, para la implantación del embrión y el desarrollo de un embarazo saludable. En las mujeres con preeclampsia, este proceso no se lleva a cabo correctamente, lo que produce que el embarazo se complique con graves consecuencias para la madre y feto, así como, a largo plazo, para la mujer que lo ha sufrido, ha detallado.

A través de tecnologías avanzadas, como el análisis digital de tejidos, la secuenciación de células individuales y biología espacial, el equipo investigador multidisciplinar ha logrado caracterizar «de manera detallada» la resistencia a la decidualización en el útero de pacientes que han sufrido preeclampsia severa.

Esta alteración, conocida como «resistencia a la decidualización», impide la preparación óptima del endometrio para la implantación del embrión y el desarrollo de la placenta. También podría ser un factor «clave» en el desarrollo de la preeclampsia.

Morfología glandular anormal

Gracias a un enfoque multi-ómico, el estudio ha revelado que el endometrio en mujeres con preeclampsia presenta una morfología glandular anormal. Según explica Irene Muñoz, investigadora predoctoral y primera autora del estudio, «el análisis de células individuales mostró que las células en este endometrio afectado tienden a proliferar en lugar de diferenciarse y especializarse como deberían».

También se observó una comunicación defectuosa entre las células estromales y epiteliales, lo que podría contribuir al desarrollo de la enfermedad. «Hemos creado un mapa interactivo del endometrio, similar a un Google Maps, donde podemos ver cómo las células del endometrio interactúan y qué está fallando en las mujeres con preeclampsia», ha explicado Tamara Garrido-Gómez, investigadora principal de la Fundación Carlos Simón e Incliva.

El hallazgo ayudará a otras enfermedades ginecológicas y obstétricas Los resultados de este estudio podrían tener un impacto significativo no solo en el tratamiento de la preeclampsia, sino también en otras afecciones ginecológicas y reproductivas como la endometriosis, donde la decidualización también está alterada.

Según el doctor Carlos Simón, presidente de la Fundación Carlos Simón y coordinador del Grupo de Investigación en Medicina Reproductiva de Incliva, «lo que encontramos es que la resistencia a la decidualización no es un problema que se limite al embarazo, sino que persiste y altera el funcionamiento del útero mucho después del parto».

Nuevas posibilidades

Este mapa celular multi-ómico del endometrio abre nuevas posibilidades para personalizar tratamientos para mujeres con preeclampsia y otras afecciones uterinas, mejorando el diagnóstico, tratamiento y prevención de complicaciones a largo plazo.

La investigación ha sido realizada en colaboración con instituciones nacionales e internacionales, como el Hospital La Fe, el área de Cáncer del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y la Universidad de California en San Francisco (USA).

Además, ha contado con el apoyo financiero de la Fundación Carlos Simón y diversas entidades públicas, como el Proyecto Human Uterus Cell Atlas (Huter) de Horizonte 2020 de la Unión Europea, el Instituto Nacional de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MCIU), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).