El consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, ha abogado este martes por que el gestor aeroportuario público, Aena, tenga una «sensibilidad especial» y «un poco más de cintura» a la hora de relacionarse con las compañías aerolíneas que más operan en España, como Ryanair.
Así lo ha defendido el consejero en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, y en respuesta a preguntas de los periodistas después de que se supiera que la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía sancionará a la citada compañía aérea Ryanair por el cobro de un recargo al viajar con equipaje de mano, tras las denuncias presentadas por Facua Sevilla en representación de cinco socios.
Al respecto de esta cuestión, el consejero de Turismo se ha limitado a señalar que, en Andalucía, las reclamaciones que la Junta tiene «la obligación de tramitar como consecuencia de reclamaciones de los ciudadanos o de las asociaciones de consumidores», se tramitan a través de la Consejería de Salud y Consumo, y «ha habido resoluciones» de dicho departamento que «ponen de manifiesto que, efectivamente, en este caso la compañía está incumpliendo con algunas normativas en relación con el consumo, y que tienen que ser revisadas».
«Sobre ese punto, nosotros no tenemos ninguna aportación más que hacer», ha añadido el consejero de Turismo, quien, a renglón seguido, ha aprovechado la cuestión para aludir a Aena como «empresa pública» que «gestiona infraestructuras aeroportuarias en España», para defender que «debe tener un poco más de cintura» y ser capaz de «poderse sentar con las aerolíneas, especialmente con aquellas que son las que tienen la mayor cantidad de operaciones en los aeropuertos españoles».
«Y Ryanair es una de ellas, sin duda», ha subrayado el consejero, que ha argumentado que el objetivo de esa capacidad de diálogo debería ser el de «establecer acuerdos comerciales que favorezcan a las dos partes».
En esa línea, ha advertido de que «no se puede generar negocio cuando no hay operación», y «por estirar y por llevar a puntos insostenibles a las compañías que operan en territorio español se puede conseguir el efecto contrario».
Desde esa premisa, ha indicado que la postura de su Consejería «desde que conocimos la tensión entre Aena y Ryanair» que se ha dado recientemente, ha sido exigir «a Aena que se siente a negociar, sobre la base de la creación del documento de regulación aeroportuaria, que es el que regula, el que comprende las relaciones que tiene el gestor de las infraestructuras con las compañías aéreas que operan en el territorio español», ha abundado.
El responsable andaluz de Turismo ha subrayado que «Aena es una compañía pública, y se le debe pedir una sensibilidad especial por asuntos de interés general». «Si fuera una compañía privada, sólo hablaríamos de rendimiento y de beneficio, pero una compañía pública tiene que tener un poco más de visión más allá» de eso, ha argumentado.
Tasas aeroportuarias
De igual modo, y de nuevo a preguntas de los periodistas, ha aludido a las tasas aeroportuarias como «una cuestión que compete exclusivamente al gestor de infraestructuras aeroportuarias», que, según ha sostenido el consejero, «tiene que establecer esos criterios comerciales para que, al final, se fomente el tráfico» aéreo, de forma que lo que no se debe es imponer «tasas que estén, de alguna forma, evitando el tráfico o generando problemas con tus clientes principales», ha argumentado Arturo Bernal.
En esa línea, el consejero ha expuesto que, «si un cliente principal» para un aeropuerto de la red de Aena como puede ser Ryanair, «establece que la tasa» existente «le supone un problema para crecer, y da fundamentos para que lo entienda el gestor de la infraestructura, lo mínimo que puede hacer Aena es sentarse con él e intentar llegar a un acuerdo».
El consejero ha advertido de que, de lo contrario, «al final lo que se está produciendo es un efecto negativo en los territorios» que desde la Junta de Andalucía se está «intentando fomentar» a nivel de conexiones aéreas.
Al hilo, Arturo Bernal ha aludido concretamente a Málaga y Sevilla como «dos ciudades muy importantes que tienen aeropuertos internacionales muy importantes», de forma que «hacer política comercial con esos aeropuertos es sencillo», algo que ha contrapuesto con los casos de los también aeropuertos andaluces de Granada-Jaén, de Córdoba, de Jerez de la Frontera (Cádiz) y de Almería, donde «hay que arremangarse y ponerse en serio», según ha sostenido para defender que al respecto «Aena debe tener políticas comerciales para el desarrollo de aeropuertos en ciudades medias, en regiones del interior».
Y es que, según ha insistido el consejero, Aena «no debe gobernar como una empresa privada, sino debe hacerlo también teniendo en cuenta los intereses generales públicos que se ponen de manifiesto por parte de sus regiones», y se ha preguntado «cómo vamos a favorecer la conectividad en el interior de la región de Andalucía si no tenemos la posibilidad de tener tarifas competitivas que nos permitan volar o conectarnos con esas ciudades».
«Ese trabajo le corresponde a Aena, al Gobierno de España a través de su gestor de infraestructuras» aeroportuarias, del que no se puede «olvidar que es una empresa pública», según ha remachado el consejero andaluz de Turismo.
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