La 'guerra fría' Almeida-Maroto llega a Cibeles el martes entre acusaciones de "ruptura ficticia" y "crispación"

Archivo - El alcalde de Madrid, José Luis Martinez-Almeida, durante la intervención de la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, en una sesión ordinaria del Pleno | Marta Fernández Jara - Europa Press - Archivo

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La 'guerra fría' entre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, llegará al Pleno de Cibeles este martes entre acusaciones de «ruptura ficticia» y generación de «crispación».

El Grupo Popular, a través de su portavoz, Carlos Izquierdo, preguntará a Almeida en la sesión plenaria de marzo «cómo califica las manifestaciones de la concejal Reyes Maroto y del delegado del Gobierno (Francisco Martín) sobre la gestión de la pandemia en Madrid».

Unas declaraciones de Maroto consumaron la «ruptura de relaciones institucionales» por parte del gobierno de Almeida. «Sí, fueron 7.291 las víctimas o las personas mayores asesinadas en estas residencias como consecuencia de la no derivación a los hospitales en nuestra región. Esto es fruto de un protocolo de la vergüenza que tiene la firma del Gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Ayuso», fueron las palabras pronunciadas por Maroto en una rueda de prensa el pasado 13 de marzo.

Fueron las detonantes de la ruptura institucional en Cibeles, además de suponerle una querella, firmada por el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso, querella que mantienen al no haber recibido «una rectificación formal» porque «no vale todo en política».

Minutos después de conocerse la querella regional y la ruptura institucional de relaciones por parte del Ejecutivo de Almeida, Maroto empleaba sus redes sociales para retractarse de sus declaraciones, donde asegutaba que su intención nunca fue «acusar a nadie de asesinato».

Almeida insistía en que «imputar 7.291 asesinatos en las residencias de ancianos» es un delito. El primer edil cree que «no hay una disculpa» de manera directa «a las personas ofendidas a las que llamó asesinas» de personas mayores en residencias. «De ninguna manera alude a las personas a las que ha ofendido gravemente llamándoles asesinas porque si dice que ha habido asesinatos es porque hay asesinos», argumentaba.

«Rompemos relaciones con Reyes Maroto y con el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid y lo hacemos en el firme convencimiento de que la política madrileña merece algo mejor que el espectáculo que está dando», anunciaba Almeida.

La decisión se traduce en que se corta toda comunicación con los socialistas, de modo que «únicamente se les atenderá a través de los instrumentos legales de control que tienen en Pleno y comisiones». A partir de ahí que Reyes Maroto se olvide de que pueda haber cualquier otro tipo de contacto", le decía Almeida a la socialista a través de los medios de comunicación.

Maroto pedía días después al alcalde que explicara «la ruptura ficticia» con los socialistas advirtiéndole que ella seguirá «trabajando por los madrileños». «No ha habido una relación institucional. El que tiene que explicar en qué ha cambiado esta ruptura es el alcalde porque desde que hemos empezado este mandato, más que diálogo lo que ha habido es crispación e insultos», afirmaba.