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A.G. - BARCELONA El análisis de la obra de Ramon Llull, editado por Publicacions de l'Abadia de Monserrat, se presentó en Barcelona de la mano de Josep Massot; el autor, J.N.Hillgart; Anthony Bonner, coordinador de la publicación; y los expertos Albert Solé y Lola Badia.

En el acto Bonner destacó la importancia de este estudio, publicado en inglés en 1971, para comprender la figura de Ramon Llull, asegurando que Hillgarth «demostró que el filósofo mallorquín no estaba loco». Massot, responsable de la editorial, señaló que «el volumen servirá para acercar la obra de Ramon Llull al público catalán y extranjero después de que la obra original en inglés fuera convertida en pasta de papel poco después de su edición en los años setenta».

Si Solé hizo hincapié en el trabajo que lleva a cabo Hillgarth en la explicación de los problemas que se encontró Llull en París y en cómo su discípulo, Thomas Lemercier, fue capaz de difundir su pensamiento en la Universidad de París, para Badia, el que el filósofo se acercara a la capital francesa demuestra «que Llull no era un utópico y que tenía los pies en el suelo, viendo cómo se aproxima en estos viajes a los poderes fácticos de la época».