Muchas personas reconocen que el verano es el único momento del año que dedican a la lectura.

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ANDREU GOMILA - BARCELONA La literatura recupera durante el verano parte de su protagonismo perdido en largas jornadas laborales invernales y poco tiempo para dedicar al mejor ocio de una buena lectura. Los editores suelen reservar para estas fechas los títulos que más se venderán, libros frescos, ligeros, de fácil lectura en la playa, bajo el intenso calor del verano. Dos títulos dominan en las listas de ventas «Una mujer difícil», de John Irving, en castellano; y «Lola», de la mallorquina Maria de la Pau Janer, en catalán.

Ultima Hora ha pedido a varios editores y directores literarios sus recomendaciones para el verano que, curiosamente, no coinciden con los gustos de los lectores que se reflejan en las listas de ventas.

Así, por ejemplo, Jordi Herralde, fundador de Anagrama, una editorial que actualmente celebra sus 30 años de existencia, recomienda para este verano tres títulos: «La señora Berg», de Soledad Puértolas; «La cuadratura del círculo», de Àlvaro Pombo; y «Los Goytisolo», de Miquel Dalmau. También da sus razones. Del libro de Puértolas dice que «la escritora consigue su máxima transparencia». El segundo, porque «es la consagración de Pombo como uno de los mejores escritores castellanos e internacionales». Y Dalmau, «por su gran ambición a la hora de resumir no sólo la vida de tres hermanos escritores, sino la historia contemporánea de Barcelona».

Pere Rosselló Bover, catedrático de literatura de la UIB y director de las colecciones El Turó y Tià de la Real, se decanta como libro del verano por un clásico mallorquín: Rafel Ginart y su «Croquis artanenc», porque, como dice, «permite conocer el paisaje de otra época, cuando todo en la Isla era totalmente virgen». Tampoco olvida Rosselló la biografía del poeta catalán Joan Brossa realizada por Lluís Permanyer «Brossa per Brossa», destinada a la «gente interesada por el arte y la poesía».

Sebastià Alzamora, escritor y director literario en catalán de Destino, se decanta para este verano por tres títulos clásicos de la literatura universal: «Odisea», del griego Homero; la renacentista «Divina comedia», de Dante Alighieri; y la más contemporánea «La montaña mágica», del alemán Thomas Mann.

Àlex Susanna, escritor y editor de Columna, destaca entre sus gustos para este verano lo último de Ponç Pons, «Abisínia», cuentos y poemas con ilustraciones de Francesc Calvet que constituyen «la obra más importante del menorquín porque transgrede la barrera de los géneros», dice. Susanna recomienda también «Bella del senyor», de Albert Cohen y «Les veus del vespre», de Natalia Ginzburg.

Un editor mallorquín, Toni Giscafré, de Documenta Balear, también, como Susanna, recomienda para este verano las obras de su cosecha, como es el caso de «Jaks Maggs», de Peter Carey, porque «te engancha desde el primer momento y el calor se va sin que te des cuenta».

Ninguno de los libros recomendados por estos editores y escritores figuran entre la lista de los libros más vendidos. El público, en general, prefiere títulos de fácil lectura y, preferentemente, las últimas novedades editoriales que van acompañados de una gran campaña publicitaria. En catalán, después de «Lola» vienen títulos como «Alexandros», del italiano Massimo Manfredi; «Dones i époques», de varios autores; «El gust amarg de la cervesa», de Isabel-Clara Simó; «Memòries d'una geisha», de Arthur Golden; «Vuitanta-sis contes», de Quim Monzó; y «Narracions de vida i mort», de Antoni Serra.

En castellano, a Irving le sigue otro gran productor de best-sellers, John Grisham, que consigue un notable éxito con «El testamento». Otros éxitos de venta son «Solas», de Carmen Alborch; «Mujer en guerra», de Maruja Torres; o «Hermón. Caballo de Troya 6», del incombustible J.J. Benítez.