El santuario data del siglo II y tiene características particulares.

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Los arqueólogos que trabajan en Son Real han sacado a la luz la práctica totalidad del santuario que se descubrió en 1997 y que se comenzó a excavar el año pasado. El santuario data del siglo II a.c. y presenta unas características que no guardan relación con el resto de las edificaciones de este tipo que se encuentran en la Isla, sino que «tiene cierto aire menorquín», asegura Jordi Hernández, codirector, junto con Joan Sanmartí, de las excavaciones que se llevan a cabo desde 1994 en la necrópolis de Son Real y en la Illa dels Porros, financiadas por el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Santa Margalida.

Con los trabajos realizados este año ya se han podido descubrir ciertas características que lo convierten en unos restos arqueológicos prácticamente únicos en Mallorca. Hernández precisó que «en el santuario hay cosas que no cuadran, como una antecámara semicircular delante de la puerta de entrada, que la fachada sea cóncava, y dos columnas en la puerta que no están presentes en otros restos de la Isla». En el interior del santuario se encuentra un pilar central, «de cierta inspiración menorquina, aunque no se puede decir que sea una taula», comenta Hernández, que enseña una columna adosada a la pared del santuario, «otro de los elementos extraños que confirman la excepcionalidad de este santuario».