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La obra que el prestigioso escultor norteamericano Anthony Caro regaló a Palma con motivo de la Universiada y que se encuentra situada en la plaza Porta de Santa Catalina, junto a la puerta de entrada al Baluard de Sant Pere, sufre el abandono de las autoridades municipales desde hace unas semanas.

Latas de bebida, maderas, papeles, cartones y hasta excrementos de animales rodean esta maravillosa escultura, de grandes dimensiones y realizada en acero cortén. Todo ante la pasividad municipal, pues, por ejemplo, desde hace unos días un palo de madera está situado sobre la base de la escultura y, en el interior de la obra "se trata de una pieza habitable", un marco de madera y numerosos cartones permanecen allí sin que nadie los hay recogido.

La obra, que lleva por título «Steps», está destinada a convertirse con los años en un elemento característico de esta ciudad, por lo que no merece un tratamiento así. Además, demuestra una gran falta de respeto hacia el escultor que, quedando encantado con la ciudad, aceptó regalar una obra de grandes dimensiones y que está considerada por los expertos como una de las más importantes de su producción.