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TONI LIMONGI El pintor aragonés José Manuel Broto expone a partir de hoy en la galería Maior de Pollença su obra realizada recientemente en Mallorca, donde el artista reside desde mayo hasta septiembre.

Esta retrospectiva, que estará abierta al público hasta mediados del mes que viene, presenta al público obra sobre tela, pinturas sobre papel y dos polípticos realizados en su residencia de París. Desde el año 1996 que el pintor no exponía en Mallorca.

Broto se confiesa heredero de la tradición de la pintura expresionista abstracta, con figuras tan representativas como Pollock y Rothko, aunque el pintor se formó en el fértil entorno de la galería Maeght de Barcelona durante los años 60. En este ambiente conoció al que sería una de sus principales influencias, Antoni Tàpies. Después se vinculó a García Sevilla, Barceló y otros pintores abstractos. «Tàpies me ha influido mucho. He mantenido con él una relación amistosa que recuerdo con mucho agrado. Lo que más me impresiona de él es su capacidad para crear su mundo a partir de pocas cosas, con una simplicidad escalofriante», aseguró ayer el artista.

En la exposición se pueden observar una serie de pinturas sobre papel en el que el pintor ha utilizado tinta de ordenador. Broto dice que «yo no soy un pintor cibernético. Simplemente creo que son positivas para la pintura algunas ventajas que ofrece la informática. Yo realizo mis bocetos en el ordenador, lo empleo para dibujar. Elaboro una huella y la imprimo. Después la reelaboro a mano».

El pintor, que pasa una parte del año en la capital gala, reconoce que «el hecho de estar una temporada en Mallorca no modifica en absoluto mi obra. Si fuese un pintor impresionista, puede que lo hiciera, pero para el tipo de pintura que yo hago, no creo que influya mucho».