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La galería Pelaires inauguró ayer la exposición dedicada a Joan Miró, en la que se presentan un conjunto de pinturas y esculturas inéditas del artista catalán, residente durante muchos años en Palma y dinamizador del mundo del arte en la capital balear.

Al acto asistieron numerosas personalidades de la Isla, tanto del mundo político e institucional como del artístico. Estaban en el patio del Pas de'n Verí la presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar; el director general de Cultura, Pere Muñoz; el escritor Gabriel Janer Manila; los nietos del genio catalán Joan Punyet y Emilio Fernández Miró; el galerista y propietario de la sala Pelaires, Pep Pinya; la regidora de Cultura del Ajuntament de Palma, Carme Feliu; el cónsul de Holanda en Palma, Jaume Ramon; el delegado general de La Caixa, Francesc Conrado de Villalonga, entre otros.

La muestra, que comprende una serie de 15 esculturas realizadas en los años 70 y una veintena de pinturas, arrancó la admiración y la curiosidad de los artistas presentes, Pep Coll, Richard Chiang, Pep Llambias, etc.

Entre un cocarroi y una copita de cava, la fiesta discurrió muy animada y en ella quedó patente el gran poder de convocatoria de Miró. Tal y como dijo hace unos días Joan Punyet, «se trata de un pintor del que aún no se ha dicho todo y que entrará en el año 2000 con una gran fuerza». Esculturas como «Fille d'Ubu», «Personnage et oiseau» o «Torse» y dibujos inéditos del artista fechados en los años veinte fueron el mejor regalo para celebrar los 30 años de esta conocida galería.