El convent de les Caputxines abre al público, a partir de mañana,
su conocido belén monumental del siglo XVIII. Junto al pesebre
navideño se pueden contemplar, por primera vez, un centenar de
piezas de la pequeña imaginería devota mallorquina realizadas en
terracota.
Según Gabriel Llompart, historiador y colaborador del catálogo
de la muestra, «lo que se puede observar aquí es la espiritualidad
encarnada de una época. Es cómo entrar en un agujero del tiempo
para ver cómo era la Mallorca del S.XVIII en las fiestas de
Navidad». La reverenda madre Aina Mateu recordó que «en la capilla
había una pequeña despensa donde guardábamos las figuras, que
representan a los santos. A lo largo del convento había bastantes
altares y cada día, se iba poniendo la imagen del santo
correspondiente». Al acto de presentación asistieron, entre otros,
los representantes de las distintas entidades que han posibilitado
la exposición: el Conseller de Cultura del CIM, Cecili Buele; el
presidente de GESA, Bartomeu Reus y el director de l'Obra Social i
Cultural de Sa Nostra, Miquel Alenyà.
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