La arquitecta Neus García Inyesta, en su despacho de Palma. FOTO: TONI LIMONGI.

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TONI LIMONGI La arquitecta Neus García Inyesta ha realizado una gran labor como restauradora de edificios antiguos de Mallorca. En 1989 ganó el Premi de Rehabilitació del Ajuntament de Palma. En 1994 recibió el Premi 31 de Desembre de la Obra Cultural Balear, por la contribución «a la recuperación cultural del país». Es miembro de la Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià, y el próximo enero leerá su discurso de ingreso. Fruto de su intensa actividad, ha publicado, entre otros libros, «De l'Alquería Ancrad a la Cavalleria dels Nunis» (1988), «Etnología y tradiciones de les Illes Balears» (1997), «Construir en marés» (1997).

"¿Cómo se siente ante su entrada en la Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià?
"Es un orgullo poder entrar. Una academia de bellas artes es una institución de personas que dan un prestigio social al mundo de la cultura. El hecho de participar en esta institución me llena de orgullo.

"¿Por qué le escogieron?
"Me eligieron porque, a lo largo de mi obra, he procurado integrar el concepto de arquitectura con el de bella arte. Una obra de arte es la mezcla de un oficio (del poso cultural que se ha transmitido en una sociedad) y una intuición, la parte divina, la que permite buscar nuevos caminos que anímicamente te reconfortan. Vamos a buscar nuevos medios de comunicación con el entorno: La arquitectura es también un medio de comunicación . Al construir una vivienda, según como se haga, se puede fomentar la comunicación o incomunicación de sus habitantes.

"Veo que tiene un concepto muy amplio de su disciplina...
"El arquitecto debe ser un comunicador, un constructor, un educador. Y lo más importante, mi oficio permite, a veces, hacer más felices o infelices a los hombres. Si el espacio está bien diseñado puede resultar un lugar mucho más agradable: formas, figuras, texturas, color, luz, olores... todos los sentidos son una parte esencial a la hora de realizar un proyecto. Tengo estudios de psicología que me ayudan a analizar un poco a mis clientes: A veces veo que buscan un tipo de vivienda, que en realidad, no es la que les hará más feliz. Y luego, bueno, procuro aconsejarles.