Una enorme cola, que daba la vuelta al edificio no desanimó a los jóvenes que disfrutaron de las «Doce horas de terror». FOTO: M.GIL.

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MERCHE GIL Sábado, 12.30 de la mañana. Una masa de jóvenes de rostro ojeroso cruza cansinamente la calle Bartomeu Torres de Palma. ¿Habrán estado toda la noche contemplando las lágrimas de San Lorenzo? ¿Volverán de una juerga en una discoteca? No. Acaban de salir de los multicines Chaplin que, en el mes agosto, nos brindan la oportunidad de disfrutar de muchas horas seguidas de gritos, psicópatas y sangre. Fueron las «Doce horas de terror».

Esta atrevida propuesta ya alcanza su 18ª edición y, según Joan Olives, director de la sala, «cada año va a mejor». La cola formada antes de empezar la maratón cinematográfica confirmaba su buena acogida. Se calcula que acudieron unas 700 personas, casi todos adolescentes, aunque también había algún que otro grupillo de valientes niños. Algunos llevaban aguardando en la entrada como si de un concierto de Back Street Boys se tratara. Es el caso de unos ocho chicos de entre trece y catorce años que llevaban en la cola, nada más y nada menos, que cuatro horas. Al final, la espera valió la pena y fueron de los primeros en tomar asiento.

La primera película que se proyectó fue «House on Haunted Hill», de William Malone. Quien no haya vivido nunca las «Doce horas de terror» probablemente se sorprenda del ambiente de las salas. Y es que no se trata simplemente de sentarse para ver la proyección de siete películas seguidas. La gente grita, comenta, gasta bromas... «Casi todos hemos venido no sólo por las 'pelis', sino por la fiesta y la juerga que se monta», comenta Jaume, un forofo de las películas de miedo que lleva ya siete años acudiendo a la cita de los Chaplin. Pero algunas bromas resultaron pesadas y, por este motivo, el personal de seguridad se vio obligado a intervenir en algunas ocasiones. Esto ocurría cuando, en mitad de una película, una pandilla de exaltados sacó una gallina en plena sala, que del susto puso un huevo en medio del pasillo. Además de dos películas sorpresa, se proyectaron «Existenz», «Virus», «Marihuana, el sótano maldito», y «La cara del terror».