Antoni Ros-Marbà: «Una orquesta necesita un director titular»

Antoni Ros-Marbà y la Orquestra ensayaron durante dos semanas la popular composición del músico alemán ya que, como ha repetido en otras ocasiones, «...cuando hay una obra maestra que has dirigido 100 veces, la vez 101 tiene que ser como la primera y, a pesar de ello, descubrir nueva música.» Y esto lo ha aplicado de nuevo a su última ejecución de la novena de Beethoven. «Hay que empezar siempre desde el principio para mantener la cabeza y el espíritu jóvenes y procurar así no caer en los tópicos. Los refritos a mí no me gustan», insistió ayer en Palma. Y volvió a suscribir la frase de Erich Kleiber, compositor austríaco, recogida en una placa situada en uno de los pasillos del Teatro Colón de Buenos Aires y de la que incluso Ros-Marbà tiene una fotografía en su casa: «La rutina y la improvisación son los enemigos mortales del arte».

Respecto a los motivos que llevaron a la selección de Beethoven y de su Sinfonía número 9 para este inicio de temporada, comentó «que fue por mutuo deseo» de los responsables de la orquesta y de él mismo, un conjunto sinfónico que conoce bien por haberlo dirigido en otras ocasiones, y sobre el que afirmó: «Tiene músicos de muy buena calidad y han trabajado con rigor y profesionalidad».

Entre sus últimos proyectos realizados, el director de orquesta catalán colaboró en la grabación del último disco del barítono menorquín, residente en Nueva York, Joan Pons. En palabras de Ros-Marbà, «este disco, que fue grabado en el estudio particular de Pons en su casa de Menorca, es un disco muy singular. Lo considero muy divertido. Está basado en la música de los Países Catalanes». El maestro resaltó también el aspecto entrañable «por los muchos amigos que colaboramos, por las canciones que se cantan y por la gente que participa.»