El Patronato de la Fundació Pilar i Joan Miró celebró ayer una
reunión de carácter ordinario que el director del centro, Aurelio
Torrente, calificó de «cordialísima». En el orden del día se
repasaron las cuentas del año 2000, que se cerraron con un
superávit de algo más de 300.000 pesetas y se compensó un déficit
del año anterior; también se habló del presupuesto para 2001 y los
miembros del patronato recibieron una memoria de actividades.
Tanto el Patronato como el alcalde Joan Fageda felicitaron a los
responsables y trabajadores de la Fundación y el batle también
agradeció la colaboración de la familia del artista con el centro,
que este año se ha materializado en el préstamo de las obras que
integran la muestra «El entorno parisino de Miró».
El alcalde explicó a los patronos las inversiones realizadas y
las obras. Respecto a estas últimas, destaca la restauración del
estudio de Son Boter, donde, por primera vez, como dijo Torrente,
«se ha afrontado una rehabilitación a fondo; se ha quitado el
mortero de las paredes que ocasionaba más humedad, se está
consolidando el soporte de los grafitti, se pondrá una doble puerta
y un nuevo sistema de control de la humedad y también se restaurará
la fachada. Una vez finalizada la obra, las visitas serán de grupos
reducidos».
El alcalde también se refirió a la finalización del
aparcamiento, ya en funcionamiento. En cuanto a las inversiones,
destaca la hecha en «equipos informáticos para todos los
departamentos, especialmente en los talleres para que puedan
trabajar en las nuevas tecnologías; mobiliario para la biblioteca y
las cámaras acorazadas, y un nuevo y complejo equipo informático
para catalogar todos los fondos de la Fundación».
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